viernes 26 de abril de 2024

#OPINIÓN El recorrido del diálogo (Eleazar Díaz Rangel)

Cuando el 12 ó 13 de mayo de 2002 el presidente Hugo Chávez evaluaba con su vicepresidente ejecutivo, José Vicente Rangel, los resultados de las tres primeras reuniones de la “Comisión Presidencial para promover y coordinar las mesas de diálogo nacionales”, creadas bajo su iniciativa poco después de recuperar el poder, luego del golpe de Estado que lo alejó de la Presidencia por menos de 48 horas, no podía pensar que estos esfuerzos por un diálogo se prolongarían por tantos años y tenía que ser Nicolás Maduro quien continuara en esa búsqueda.

Más de 200 llamados y exhortaciones ha hecho el Presidente para que la oposición, o sectores de la misma, aceptaran reunirse con representantes del Gobierno, y que igualmente se conviniera en buscar acuerdos en torno a seis puntos, cuatro de ellos propuestos por los opositores, y que la reunión se celebrara bajo la coordinación del Presidente dominicano y con la presencia de seis cancilleres (tres invitados por la oposición entre los de gobiernos poco amistosos con Venezuela) y de un ex presidente español.

Sobre el desarrollo de las primeras reuniones en Santo Domingo se ha venido informando, con las limitaciones propias de encuentros privados, sin la presencia de los medios, y se tenía por segura para el pasado jueves 18 la que podría ser una última reunión donde se suscribirían partes de esos acuerdos. Pero se atravesaron poderosos factores y un pretexto.

Los primeros fueron las presiones desde Estados Unidos, y seguramente de España y Colombia, cuyos gobiernos son los más obsecuentes con las políticas de Washington hacia Venezuela. Política que ha tenido otras dos expresiones, la ofensiva contra la petromoneda, y la no participación de la oposición en las elecciones presidenciales. Y el pretexto lo encontraron aquí mismo, en unas supuestas o reales declaraciones del ministro del Interior sobre lo localización de la ”concha” donde estaba el grupo de terroristas.

Confiamos en que este último incidente será superado, que la cuestión será despejada, que se celebrará la reunión pendiente y se firmarán los acuerdos en torno a los cuales hubo algo más que coincidencia.

Eleazar Díaz Rangel/Periodista