jueves 25 de abril de 2024

#Opinión Razonar es para humanos (Francisco Arias Cárdenas)

El 30 de abril pasado,  de nuevo se presentó en Caracas, protagonizada por el jefe del partido Voluntad Popular y el presidente de la  Asamblea Nacional, del mismo partido, una escena que no tiene justificación ni explicación posible. Un intento de golpe de Estado mediático que duró pocas horas y confundió aún más a la población venezolana.

Con la  autopista que permitió a la oposición avanzar a tener una mayoría importante en la Asamblea Nacional, centro de la construcción de los poderes públicos, optaron por desechar su potencial dentro de las leyes y pretendieron utilizarlo para la toma violenta del poder ejecutivo. “meses” dijo El presidente de la AN de entonces y luego acortó el plazo llevado por la emoción de una tarima.

La lógica en el cesto de la basura y la irracionalidad la emotividad sola, el odio como bandera. La anterior situación predominó en los hechos violentos y dolorosos del 2014 y 2017.

Esa actitud, agravada por la agresión, la amenaza  manifiesta  de la potencia hegemónica del continente, el boicot económico y el asalto a los bienes y dineros públicos en el exterior. Es la conducta que predomina en cada acción de la oposición externa y sus aliados nacionales.

Eso es el 30 de abril. Juego a la presión y la amenaza de destrucción y entreguismo en lugar de la vía que señala la razón y la urgencia de los padecimientos de nuestro pueblo: El diálogo y el acuerdo, que son sumamente necesarios para avanzar en temas importantes como económico y social, para consolidar la lucha contra el bloqueo inhumano que ejercen potencias sobre el país.

El Presidente Maduro sigue firme en la propuesta para la ruta que significa la transitar  el camino a la paz de Venezuela. Aunque dicen que Dios ciega a quien quiere perder, le rogamos al mismo Dios para que resurjan los sentimientos humanos de amor al prójimo, para las conversaciones que permitan acuerdos para sacar a los mirones de la mesa de dominó y caminar a la ruta de la construcción respetándonos en las diferencias.

 

 

FRANCISCO J. ARIAS CÁRDENAS

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