Las selecciones sudamericanas no han tenido resultados positivos en el comienzo de la Copa del Mundo Rusia 2018. Salvo Uruguay, ninguna pudo conseguir los tres puntos pese a tener, en la previa, mayores variantes y posibilidades que su rival de turno.
Encontrar una coincidencia dentro de los cinco partidos es complicado debido a que cada una falló en una faceta específica del juego pero si existieron patrones parecidos que van de la mano de la construcción de juego y la transformación de la posesión de la pelota en oportunidades de gol.
Sudamericanas en peligro
Uruguay, Argentina y Brasil tuvieron un problema semejante. Contra rivales que nunca compitieron para quitarle la propuesta con la pelota y que replegaron cerca de su guardameta, los tres sudamericanos que saben lo que es ganar una Copa del Mundo, nunca consiguieron la profundidad ni el desequilibrio para marcar la diferencia. Lo que se ha convertido en una corriente en toda la cita rusa, los que intentan gobernar con la pelota se han visto superados por los que se apoyan en las transiciones.
Más allá de esos problemas están Perú y Colombia que fueron las dos selecciones que cayeron derrotadas en su debut pero que tuvieron problemas más específicos en el desarrollo de sus encuentros. Los Incas no fueron eficaces de cara a la portería rival. Se les hizo imposible vulnerar la portería danesa y terminaron cayendo en el único descuido defensivo que tuvieron. Por otro lado, Colombia vio condicionado su rendimiento debido a la expulsión temprana de Carlos Sánchez y terminó sucumbiendo ante un buen Japón con pelota. Pero, pese a la inferioridad numérica, le costó generar en juego más de lo que hizo con el corazón.
Las selecciones sudamericanas comenzaron con el pie izquierdo en la Copa del Mundo pero tienen tiempo para acomodarse de cara a la segunda ronda de partidos de la fase de grupos, donde si no tienes margen de error alguno.
Javier Parra Peña
NAM
