viernes 19 de abril de 2024

#OPINIÓN «Promover la resiliencia» (Antonio Pérez Esclarín)

La resiliencia es la capacidad  para enfrentar las adversidades,  superarlas,  e incluso  salir de ellas fortalecidos y transformados positivamente.  Hay personas que se agobian y sucumben ante cualquier problema, mientras otras asumen las dificultades como oportunidades para crecer.  Como vivimos días muy difíciles,  uno de los objetivos esenciales de la educación, tanto virtual como presencial, debe ser promover la resiliencia, para que  los alumnos enfrenten  con coraje la  situación que viven, se superen y no renuncien a sus  sueños. Este  artículo quiere ser también un homenaje a los maestros y maestras, resilientes y promotores de resiliencia    que,  a pesar de la muy difícil situación que viven y de  sus  sueldos miserables, no se rinden y  asumen  su misión educativa  con  entereza.

El pedagogo  Barudy,  que  ha insistido  en sus libros en la necesidad de cultivar la  resiliencia en los ámbitos escolares, señala los siguientes factores   para lograr  un clima escolar forjador de resiliencia:

-Afectividad y vínculos:  Si un niño, una niña o un joven se sienten queridos, se portarán mejor  y aprenderán más, lo que va en relación directa a la construcción de resiliencia. Nada da más fortaleza que sentirse valorado y querido. El amor es fuente de energía, valor, entusiasmo. De ahí la necesidad de mantener la cercanía afectiva, cercana,  aunque sea virtualmente, preguntándole a cada alumno cómo se siente, cómo le va, animándole, valorando sus esfuerzos,  de modo que se sienta tomado en cuenta, acompañado. En estos días deberíamos releer  a Viktor Frank, que vivió tres años en un campo de concentración nazi, y nos enseña que si uno se siente amado tiene fuerza para enfrentar los problemas por graves que sean. Con  amor, hasta el dolor puede ser una oportunidad de desarrollo, de aprendizaje, de madurez. El amor es la principal medicina para curar las heridas y las enfermedades del alma.

-Toma de conciencia de la realidad: Que el niño se dé cuenta de la situación que está viviendo y sepa que no es culpable de la pobreza, inseguridad,   escasez, encierro, ni de que su padre ha tenido que emigrar para tratar de buscarles  una vida mejor. La educación  es un medio  privilegiado para facilitar que quien es víctima de pobreza o malos tratos, físicos o psicológicos, pueda construir resiliencia.

-Creatividad y humor: el ambiente escolar y las planificaciones deben procurar  que los alumnos se sientan bien y disfruten. De ahí la necesidad de evitar que  la educación a distancia se limite a poner un montón de tareas tediosas  que fastidian y aburren. También en la educación a distancia es posible incluir juegos y tareas creativas y motivadoras que  cultiven en los niños la creatividad, imaginación,  pensamiento e intercambio. Por ello es tan importante  promover la  pedagogía de la alegría. Hay que volver al saber con sabor, Si hay alegría, hay motivación, deseos de aprender y superarse.

-Expectativas elevadas: Si el docente tiene altas expectativas de las posibilidades de cada  alumno y de que es capaz de superar la adversidad,  le estará inyectando seguridad y deseos de esforzarse.

-Construcción de una historia: Es muy importante facilitar a los alumnos la posibilidad de contar su historia que les ayudará  a comprender y comprenderse, sanar las heridas y fortalecer su carácter.   La resiliencia no elimina el sufrimiento, pero otorga  la fortaleza para superarlo de modo que  no determine negativamente el futuro.

NAM/Antonio Pérez Esclarín