Hay que ser muy idiota para creer en los malos políticos venezolanos. No deja de sorprender como el gobierno y la oposición ya no emocionan a sus electores en apoyarlos voluntariamente, todo el apoyo que reciben es por medio de un intercambio, es decir, depende de lo que cada quien ofrezca (Carnet de la Patria, CLAP, Bonos, Pensiones, Becas, Cargos Públicos, Regalías, Contratos, entre otros).
Quienes se empeñan en seguir abandonando los espacios de poder cometen un grave error estratégico, los venezolanos están desesperanzados y eso está provocando un gran éxodo y el abandono del “voto” como mecanismo de participación electoral que permite sancionar a quienes lo hacen mal y premiar a quienes lo hacen bien.
El país necesita urgentemente buenas noticias ya las malas noticias son muchas y recurrentes. Ante la falta de soluciones los ciudadanos buscan alternativas de supervivencia y otros resisten gracias a las remesas que reciben de sus familiares en el exterior.
Todo indica que es un buen momento para construir una nueva generación de políticos emergentes que ostenten el poder, que comprendan que para vencer y avanzar se necesita contar con buenos aliados, recursos humanos, tecnológicos, financieros, partidos políticos, estructuras, quienes no cuenten con esos elementos le costará muchísimo avanzar en las actuales circunstancias. El venezolano no puede verse sentenciado a vivir en el holocausto, aunque muchos sigan intentando irse del país 25 millones de venezolanos no lograran hacerlo y en esos 25 millones se encuentra la oportunidad de volver a tomar el camino del progreso.
Mientras el gobierno y algunos sectores de la oposición repiten recetas fracasadas como el diálogo público,y la población siga sintiendo que eso no sirvió para mejorar su calidad de vida, estos intentos de acercamiento gobierno – oposición seguirán fracasando. El gobierno sigue moviendo algunas piezas internas en su tablero de ajedrez, la crisis económica los mantiene acorralados al no demostrar ningún avance cada día, la inflación sigue pulverizando la economía familiar y Venezuela entra en una fase tan delicada que la inflación alcanzó el dólar, son muy pocos los comerciantes, empresarios, que sostienen un precio calculado en dólares por más de tres días, lo que incrementa el deterioro de la calidad de vida.
Los ciudadanos se debaten entre abandonar la lucha, abandonar el país o seguir intentándolo, ante esta realidad hay venezolanos que decidieron seguir intentándolo, y trabajan para emprender en momentos de crisis, en desprogramarse de la crisis y programarse para la oportunidad, en comprender que no todo está perdido y que si vale la pena seguir en Venezuela, de esa misma manera se está gestando el nacimiento de una clase política que comprende que desde el exterior no se va a lograr cambiar el actual sistema de gobierno entienden que la lucha es interna, que se debe enfrentar al gobierno en su mismo terreno, que son momentos de unificar las fuerzas políticas y ciudadanas que si quieren rescatar al país, para lograrlo se debe retomar el camino electoral, por ahora no hay otro mecanismo que permita volver a conquistar los espacios de poder abandonados y en algunos casos regalados por la vieja dirigencia política opositora.
Así que para vencer la crisis se necesitan políticos y ciudadanos consientes en que para alcanzar los cambios deseados la opción no es esconderse la opción es salir a reconquistar a los electores y al país. Como lo dijo Margaret Gaynor “Un gobernante idiota necesita de ciudadanos idiotas para mantenerse en el poder”.
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@castillomolleda
S.H. Jesús Castillo Molleda (Politólogo, Profesor, Emprendedor, Locutor)
