jueves 25 de abril de 2024

#OPINIÓN «Llegó la navidad» (Beltrán Haddad)

Llegó la navidad. Es un tiempo de quietud y de paz. Ya pasado el momento electoral, con resultados victoriosos para las fuerzas chavistas en la recuperación de la Asamblea Nacional y de una oposición dividida que continúa con sus equivocaciones, llegó la navidad. La oposición es una cosa incorregible. Pareciera no tener remedio en sus locuras políticas. Lo último es ese invento de una “consulta popular” en respuesta a las legítimas elecciones del 6 de diciembre. Y se les ocurre hacerla por Internet que, en principio, no tiene regulación y por tanto no tiene límites, lo que imposibilita el cumplimiento de la veracidad y el real y efectivo papel de una consulta popular. Por supuesto, la consulta de Guaidó es la más inconstitucional y el hazmerreír de todos. ¿Qué les costaba leer los artículos 71, 72, 73 y 74 de la Constitución? En esas normas están señalados los medios de participación en los cuales se concretizan verdaderas consultas populares, como los referendos consultivo, revocatorio, aprobatorio y abrogatorio. Pero ellos ignoran la Constitución y siguen por mal camino.

Bueno, llegó la navidad y es el momento de darle intermisión por unos días a la fatiga política en Venezuela. Vamos, pues, a un reposo en el ambiente navideño. Disfrutemos esa calidez tradicional, propia de la navidad venezolana, de hallacas y pan de jamón; de pernil y tortas caseras; de parrandas, gaitas y aguinaldos. Vamos a reencontrarnos en familia, con nuestros hijos y con nuestros nietos, con papá y mamá; con los hermanos, con el amigo y con el vecino. Seamos partícipes de un tiempo en una dimensión espiritual de convivir todos en amistad y paz. El pueblo venezolano en su mayoría es cristiano y los verdaderamente cristianos fueron los primeros con esa vocación espiritual de no violencia, de amor y de igualdad. Es la vocación que hoy se vislumbra en una interpretación necesaria de la fe cristiana a través de la experiencia de los pobres, de los oprimidos, de los humillados, de los que no tienen nada frente a esas estructuras sociales, políticas y económicas que crean desigualdades.

 Seamos hoy y siempre verdaderos venezolanos de la conversación, con la magia de la palabra, y sepamos comprendernos como iguales en una navidad sin odios, de respeto al punto de vista de los demás y contra la cultura del miedo y la violencia.

Les deseo desde mi corazón una feliz noche buena. ¡Cuídense del coronavirus!