sábado 20 de abril de 2024

#OPINIÓN La solidaridad (Francisco J. Arias Cárdenas)

Circulan por las redes  miles de  ocurrencias,  picardías y  reflexiones en estos días de cuarentena por la pandemia del Coronavirus que azota al mundo.

El Papa Francisco y líderes verdaderos de la humanidad hablan de gestos, de acciones  de sentido «humano» entre la propia especie y con la naturaleza, reconociendo  la necesidad fraterna que en estos momentos tenemos como miembros de una única familia, de salir airoso de esta amenaza.

En Venezuela no sucede  lo mismo. Ciegos por la rabia, algunos sectores no se percatan de lo que pasa en la tierra. Siguen su plan de acceder al poder sin reflexionar, siguen con insensatez la pelea destructiva que ha causado  tanto dolor a nuestra  gente, jugando a los errores a los que lleva la rabia y el odio irracional  y que hoy como nunca antes nos pone en riesgo a todos.

Pelea por el poder, por el control de la renta nacional. Amarrados con factores externos, fundamentalmente de Estados Unidos, que siguen planes precisos de destrucción de nuestro país, que  tampoco se interesan  por  la situación de sus propios ciudadanos y el peligro que corren. Que más bien pretenden ocultar, desviar la atención de sus propias deficiencias.

El llamado a la solidaridad y la cooperación realizado por el Presidente Nicolás Maduro, para enfrentar el COVID-19, involucra a toda la sociedad, parar la confrontación exacerbada, elevarnos sobre las diferencias políticas, ante una situación de fuerza mayor como es esta pandemia que nos  requiere unidos. La oposición  venezolana debería ante el riesgo de la vida que padece nuestro pueblo sumarse a derrotar esta amenaza que nos puede destruir a todos.

Necesitamos la solidaridad, plena y consciente. El trabajo por las razones del  colectivo sin cartas ocultas. Unidad  para la batalla que enfrentamos. Asumir cada uno sus responsabilidades y  sumar en el espacio que corresponde.

No podemos confundirnos. La solidaridad es la palabra necesaria y la práctica a que nos obliga este duro momento de la historia humana.

NAM/FRANCISCO J. ARIAS CÁRDENAS

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