El 21 de Noviembre de este difícil año que discurre se celebraron en nuestro país elecciones generales para la escogencia de gobernadores, alcaldes, legisladores a los Consejos Legislativos estadales y concejales municipales.
Resulta un hecho indiscutible lo que sucedió en esta elección. En el caso del estado Zulia, todos los estudios de opinión pública revelaban una derrota contundente del gobernador en funciones y de todos los alcaldes postulados por el Partido Socialista Unido de Venezuela.
No solo lo advertían las empresas encuestadoras más prestigiosas del estado y del país; la conducta ejercida por el gobernante regional y por los gobernantes locales en la jornada previa de primarias del PSUV adelantaban esos resultados. Los atropellos, las descalificaciones, las amenazas y los golpes fueron el plato principal de aquel día donde se desconoció la verdadera voluntad popular y se impusieron los rostros de una manera de hacer política y gobierno totalmente distinta a los valores y principios que están adminiculados en la conciencia democrática de todos los zulianos, independientemente de su corriente de pensamiento.
Como colofón a lo anterior, el gobierno regional en cabeza del señor Prieto, no tenía nada que mostrar, nos vendieron hace 4 años la promesa de tener un Zulia con un “futuro seguro” y las extorsiones fueron la noticia de cada día, de todos los días, no se construyó una sola escuela, la promoción de la cultura se redujo a su mínima expresión, el sistema de becas estudiantiles se convirtió más en una propaganda que en una realidad, el sistema de distribución de combustible paso a ser una telaraña de vicios, los hospitales y ambulatorios se encuentran en una situación deplorable, las ayudas sociales se limitaron a las horas de un programa de televisión que ya nadie veía más que los acólitos y aduladores de costumbre que buscan nutrirse de cualquier beneficio a costa del beneplácito de quien gobierna.
En el caso de las alcaldías la situación no era distinta, el “show” y el maquillaje pretendió burlar el hastío de una población cansada de la corruptela, de los negociados y de la burla. Y a ello se le sumó la falta de preparación para el ejercicio de la función publica y la experiencia necesaria para conducir instituciones vitales para el correcto funcionamiento del gobierno.
El mal mayor de lo sucedido en 4 años lo cuentan en otras latitudes miles de zulianos que salieron del país en la búsqueda de un futuro mejor, convirtiéndose en pequeñas colonias regadas por el mundo con el firme propósito de perseguir sus sueños de bienestar y progreso.
Empero, a pocas semanas de aquella jornada electoral no se toman los correctivos urgentes de análisis, debate y acción. Los que fueron derrotados aun persisten y afirman que son los jefes del PSUV como si esa afirmación en la actualidad tuviera alguna resonancia en el pensamiento del zuliano.
Llegó la hora de levantar los ánimos y sobre los escombros que nos han dejado, reconstruir el partido que fue mancillado y humillado, es tiempo de volver la mirada a los que nos necesitan y hablarles con la verdad, poner en orden las cosas y redefinir las estructuras, los objetivos, las metas y empinarnos hacia nuevos retos, nuevos desafíos que le laven el rostro a la verdadera forma de hacer política, es hora de la refundación del PSUV.
Billy Gasca Zabaleta
Ex Secretario de Gobierno
Profesor Universitario
NAM/Billy Gasca Zabaleta
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