viernes 26 de abril de 2024

#Opinión La esperanza no caduca (Jesús Castillo Molleda)

A un mes de que los sectores opositores políticos en Venezuela iniciarán una nueva etapa de acciones con la Juramentación de Juan Guaidó como presidente encargado y con una alianza internacional, sin precedentes, reconociéndolo, es mucho lo que se ha logrado. Se debe comprender que por muchos deseos que se tengan en lograr un cambio de gobierno definitivo en Venezuela las acciones deben darse paso a paso con mucha ponderación en cubrir los espacios y tiempos para el logro de los objetivos.

La administración de Maduro hasta éste momento ha demostrado que no quiere ceder sus espacios de poder, que no quiere unas elecciones, que se resiste a negociar salidas consensuadas, que eligió defenderse hasta el final para intentar sobrevivir del cerco financiero, presión social y las amenazas de una intervención bélica internacional.

Maduro sigue contando con el apoyo de las Fuerzas Armadas, aunque han sido protagonistas de deserciones de sus miembros, pero sigue contando con un grupo importante de leales, también cuenta con apoyo de grupos organizados de civiles con armas (Colectivos) y un pasivo apoyo de los gobiernos de Cuba, Rusia y China. Eso es suficiente para lograr soportar la alianza internacional, a simple cálculo pareciera que Maduro no tiene posibilidades en sostenerse mucho tiempo, lo que podría despertar a miembros del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) a obligar a Maduro a negociar una salida pacífica y de esa manera no arriesgar a que desaparezca el 100% del Chavismo de la escena política futura.

Sería interesante saber si liderazgos del PSUV cómo Rafael Lacava, Héctor Rodríguez, Víctor Clark, Edwin Rojas, Omar Prieto, Dante Rivas, entre otros, de verdad estarán dispuestos a sacrificar todo su esfuerzo y liderazgo o ellos quisieran formar parte de la nueva era del Chavismo post Maduro. Si el PSUV y el Gran Polo Patriótico quieren perdurar en el tiempo, sin ninguna duda, no tendrán otra opción que sacrificar a Maduro, de lo contrario, aunque logren mantenerse en el poder la crisis económica los sentenciará. Porque hoy en día es evidente que la fuerza popular del chavismo se encuentra disminuida y cansada.

A éstas alturas del conflicto, no hay duda que Guaidó de la mano del gobierno de los Estados Unidos y sus aliados tiene claro las acciones a tomar en los próximos días, y también está claro que Maduro seguirá intentando defenderse, ¿cuánto tiempo más puede durar está etapa del conflicto? es la gran pregunta, todo indica que la presión social y la presión internacional acelerarán hasta llegar al punto de inflexión esperado. Recordando que la Esperanza no caduca, lo que se debe reconocer es que después de 20 años la revolución está perdiendo la batalla. Cómo lo dijo Ramón Cáceres: «un gobernante que no comprenda que su tiempo de gobernar se agotó, experimentará el más alto rechazo del pueblo y en poco tiempo hasta de sus aliados».

[email protected]               @castillomolleda

S.H. Jesús Castillo Molleda (Politólogo, Profesor, Emprendedor, Locutor)