La exhibición de Cristiano Ronaldo en el Estadio Fisht de Socchi no es una casualidad. El delantero portugués se ha caracterizado toda su vida por alimentarse de la épica. De tener la misión de convertirse en el héroe de la historia y terminar siendo venerado por todos. Irse aplaudido por la grada y con la pelota en la mano con las cámaras enfocándolo.
Hoy contra la poderosa España de Sergio Ramos, Gerard Piqué, Sergio Busquets, Andrés Iniesta y Diego Costa, fue él quien mantuvo siempre en juego a Portugal pese a estar en desventaja en cada faceta del juego. Cada aparición suya en el encuentro marcó un antes y después en el encuentro. El penalti en el minuto cuatro ayudó a su selección a acomodarse y a que el planteamiento de Fernando Santos, repliegue y contragolpe, pudiera afirmarse con la ventaja en el marcador. El 2-1, gracias al error de David De Gea, sirvió para levantar a sus compañeros en el mejor momento español en la primera mitad y poder así llegar con ventaja al descanso. El tercero, el más lindo de todos, llegó de la nada misma. El que terminó finiquitando que este encuentro era de Cristiano Ronaldo. Un cobro de falta maravilloso que dejo a todos sus rivales en estado shok.
Al final del partido, Fernando Hierro, seleccionador de “emergencia” de España, afirmó que “Con lo que hace Cristiano es difícil sobreponerse”. Y si, ante esta versión tan potente de Ronaldo es complicado elaborar un plan para contenerlo ni excluirlo. Él es capaz de aparecer cuando quiere y cuando su equipo necesite de un héroe que lo salve. Portugal, desde la puesta en escena y ejecución de una idea, está muy lejos de competir contras los principales candidatos a ganar la Copa del Mundo pero las posibilidades incrementan si su capitán y estrella mantiene este nivel de competitividad, de lucha y de sed de triunfos. Cuidado con Portugal y mucho cuidado con Cristiano Ronald, una bestia que se alimenta de la épica.
