viernes 26 de abril de 2024

#OPINIÓN El cartucho que queda (Jesús Seguías)

Micro Análisis

1. Es comprensible y normal que un político cometa errores que contribuyan involuntariamente a fortalecer al adversario. Pues así es la política. Pero repetir el mismo error por segunda vez es expresión de terquedad, desidia o estupidez (o las 3 a la vez). Y si lo comete por tercera vez, entonces es posible que esté actuando de mala fe, es decir, que esté colaborando con el adversario. O sea, es “colaboracionista”.

2. La oposición ha dilapidado muchas balas (léase fortalezas políticas) disparando al aire; sin saber cuál es el blanco, y ni cómo ni cuándo disparar. Hoy queda quizás una sola bala. Volver a dispararla al aire puede ser mortal. Seguir invocando a los marines y al Tiar es un disparo al aire. La Casa Blanca, Itamaraty y Nariño lo han advertido claramente.

3. Haberse montado en el ring para pelear en el escenario que le conviene al adversario ha sido un error reiterado. Otro disparo al aire. Todos los combates pautados para desplazar por la fuerza a Chavez y Maduro han fracasado trágicamente. El ring es la zona de confort del gobierno, no de la oposición. Esta comprobado.

4. La madre de todos los errores de la dirigencia opositora ha sido la pésima caracterización del adversario. Y de allí derivaron todos los fracasos. Nunca copiaron que se estaban comiendo a un elefante, que los elefantes se comen en rodajas, y que cada rodaja conquistada no significa que el elefante ya está para el remate.

5. Ir al “remate” con desespero luego de una parcial victoria, creyendo que se están comiendo un cuarto de pollo y en una sola sentada, cuando aún quedan muchas rodajas del elefante por comer, es demostración de inmadurez y pésimo diagnóstico. Y estos dos defectos son letales para cualquier político del planeta.

6. La victoria parlamentaria de 2015 (la mayor y la mejor durante 20 años) fue dilapidada infantilmente con el “Maduro vete ya”. Forzaron a la nueva AN a plegarse al formato del 2014, en vez de haber sido lo contrario.

7. Hoy la AN está desmantelada prácticamente. El “Maduro vete ya” le dio al gobierno, en bandeja de plata, las justificaciones para todo tipo de atropellos a los diputados opositores. Otro disparo al aire (mejor dicho, esta vez se pusieron la pistola en la sien). Muchas muertes, heridos, encarcelados, exiliados y millones de electores opositores en éxodo por todo el mundo fue el resultado de esta caprichosa equivocación del
“Maduro vete ya” (que hoy pesa más que el Everest y redujo a la oposición orgánica a su mínima expresión). Definitivamente, Maduro tuvo éxito en decidir la agenda opositora.

8. Desde 2014 el formato opositor viene siendo el mismo (“Maduro vete ya”). Y sus protagonistas también. Ese formato ya está agotado. Ha sido inviable y el costo ha sido muy elevado. Ya murió. Quien no lo entienda es un insensato, por decir lo más suave y delicado.

9. Hay que aprender a administrar bien las victorias. Y, por otro lado, hay que tener coraje para reconocer los errores, y más coraje para rectificar. No se trata de desplazar a nadie en este momento sino de corregir el rumbo y remar todos en la misma dirección. La oposición, el gobierno y el mismo país no dan para más. La camorra inútil tiene agotado a todo el país y sin fuerzas de ningún tipo para enfrentar lo que se aproxima.

10. El cartucho que queda no puede ser un tiro al aire. Debe ser acertado. Por supuesto, si el alto liderazgo opositor se vuelve a equivocar el país no va a desaparecer. Pueden venir cambios forzosos y nuevos actores, pero en condiciones muy adversas. Estos recibirían por herencia un escenario arruinado. Simplemente eso.

NAM/@JesusSeguias