jueves 18 de abril de 2024

#Opinión De la vuelta a la patria … a la vuelta al campo (Luis Urdaneta)

Uno de los anhelos y promesas más recurrentes de las propuestas de gobiernos, de las campañas electorales, de los nuevos gobiernos (sin importar la forma como accedan al poder), mas allá de su ideología, lo constituye la seguridad y la soberanía agroalimentaria. Un deseo  relegado por más de dos siglos y que la alternancia en el poder de diferentes modelos de gestionar el  Estado (dictaduras personalistas, democracias) han sido incapaces de cumplir con esta impostergable necesidad de construir una país potencia y una patria independiente y dueña de su destino.

Está muy claro a través de nuestra reciente historia (somos una una nación como menos de dos siglos de existencia) sobre todo a finales de siglo XIX y XX, fuimos un país agroexportador (café, cacao, pieles, carnes, frutas) con una fuerte presencia de un a población rural diseminada por todo el territorio nacional.

Sin embargo (como ya es más que sabido) la irrupción del petróleo en las primeras décadas del siglo XIX, nos transformo de la noche a la mañana en un país monoproductor , altamente dependiente de la renta petrolera , iniciándose por esta vía la primera gran migración interna conocida en nuestro país( durante más de medio siglo)de nuestra población asentadas en caseríos y poblaciones rurales ( productores  agropecuarios , en su mayoría)hacia las grandes ciudades , en busca de la prosperidad y la modernidad ( se estima que en esta movilización humana se concentro el 40% de la población en el 4% de nuestro territorio),generando grandes cinturones de miseria y colapso en estas concentraciones urbanas sin planificación alguna, crece de manera desproporcionada el Estado ( excesiva burocracia), se van abandonando de manera sistemática los grandes proyectos agroindustriales ( sistemas de riegos, rescates de tierras , zonificación de la producción , uso adecuados de los suelos, cultivos banderas, zonas especiales de producción, distritos motores), y sustituido por una agricultura de puertos, que solo servirá para engordar las grandes fortunas existente en el país y  asestara el golpe de gracia (definitivo)al remanente de nuestro sueño de convertirnos en una país soberano e independiente.

El siglo XXI, nos sorprende con una nueva oleada de los precios del petróleo , muy altos, empujados por la especulación financiera mundial( una burbuja económica que duro cerca de una década) y la cual nos lleva a desempolvar (nuevamente )esos anhelos engavetados, fue una época de bonanza sin igual, donde reaparece con mas fuerzas que nunca el fantasma del rentismo petrolero , y nuevamente nos encausamos por el camino del despilfarro, el asistencialismo, la agricultura de puertos(esta vez repotenciada por un Estado sustituyendo a los importadores tradicionales ), y con los mismos resultados de las anteriores cuatros décadas , un país dependiendo de sus importaciones para alimentarse , con los campos más solos esta vez, con la aparición de modalidades de hampa organizadas ( desconocidos en el país )capaces de controlar grandes extensiones de nuestras tierras productivas , anulando la presencia del Estado e imponiendo su autoridad.

Sin duda alguna, este escenario será determinante para que se inicie en nuestra patria el mayor éxodo conocido en nuestra historia reciente , pero esta vez , fuera de nuestra fronteras , es por ello que en este momento tan crucial para nuestro país , más allá del deseo y la voluntad de establecer planes para el retornos de nuestros compatriotas de otros países, es impostergable la puesta en marcha de una política de emergencia que nos lleve a la recuperación de nuestras zonas productivas, que incentive a nuestros ciudadanos al retorno hacia nuestros caseríos , el retorno hacia nuestras tierras productivas , el retorno hacia lo profundo de nuestra patria. necesitamos producir lo que nos comemos , es muy urgente rescatar nuestras fronteras ( en manos de vándalos y asaltadores de caminos), no podemos alargar mas la implementación de los artículos 305, 306 y 307 de nuestra Carta Magna , no podemos postergar mas el sueno de nuestros libertadores plasmado en el plan de patria, no podemos seguir hablando de soberanía e independencia si importamos el 80% de lo que necesitamos para vivir , nos queda demasiado grande seguir con el discurso hueco del país potencia , cuando hemos sido incapaz de de construir la patria de inclusión, de participación, de protagonismo y de empoderamiento a los más débiles , cuando estos solo ven una salida, la cual está fuera de nuestras fronteras .

 

 

ING.AGR.LUIS G. URDANETA G.

MsC.GERENCIA PUBLICA