viernes 26 de abril de 2024

#Opinión Cómo ganar la alcaldía en 40 días (Lenin Tremont Franco)

 

A la 1:45 am recibí la llamada de un amigo, contento, acababa de ser notificado que era el candidato a la alcaldía, gracias a sus relaciones políticas en la capital y una agresiva campaña comunicacional que diseñé e implementé y que lo visibilizó ante la opinión pública como opción.

Su solicitud fue clara que me encargará de la estrategia comunicacional de su campaña, lo cual sería la continuidad de una que ya le llevaba para la creación de un nuevo municipio oeste.

El reto radicaba en dos pilares, superar el alto rechazo del líder de su partido en esa ciudad y que el candidato era un desconocido para la población del Este, su trabajo estaba en el Oeste, a pesar de haber participado en varios procesos electorales pasaba desapercibido.

Para ello convoqué a un equipo interdisciplinario de donde afloró la siguiente estrategia comunicacional, en resumen:

Se organizó un equipo que produjera contenidos, para las redes sociales y para los medios de comunicación, relacionados a las actividades asamblearias y temas sensibles sobre nudos críticos como alimentación, bachaqueo, vialidad, basura, transporte, seguridad, salud, deporte, patrimonio histórico y cultural.

Al mismo tiempo se puso en marcha una acción para posicionar al candidato en los espacios generadores de opinión, con los periodistas de mayor penetración y credibilidad en los segmentos deseados.

Al unísono por los principales medios se transmitía, en horario prime time, el mensaje del candidato basado en la esperanza de cambiar las condiciones de la ciudad.

En los medios impresos y digitales se ubicaba su biografía con énfasis en su origen humilde, testimoniales y páginas diarias de publicidad full color con diferente eje temático y siempre rodeado de pueblo.

Se convocó a los responsables de comunicación del partido y emisoras comunitarias para escuchar sus aportes, perfeccionar la estrategia y enrolarlos en la tarea comunicacional alternativa, militante y popular.

Para asegurar ganchos visuales se propuso un concepto multicolor que no lo amarrara al color del partido y de esta forma llegar sin rechazo al subconsciente de los contrarios e indecisos.

Los electores de su maquinaria partidista eran un público cautivo.Para evocar en los electores los temas planteados en los nudos críticos se propuso el slogan: Maracaibo Te Quiero que acompañado con el accionar en la calle del candidato lo hizo ver como un alcalde en funciones, preocupado y ocupado por soluciones.

Se escogieron camisas a rayas, cuadros o unicolor, dejando las rojas para el final de la campaña, y arremangadas en señal de estar dispuesto a trabajar.

Se sugirieron franelas del equipo de beisbol de la región y de La Vinotinto para generar un lazo afectivo y emocional con los aficionados.

Se buscó siempre una sonrisa que combinada con el gesto de levantar el dedo pulgar hacia arriba transmitiera: me gusta, estoy de acuerdo, lo apruebo, estupendo, bien hecho o gracias.

La campaña duró 40 días y en ella se puso en práctica las teorías de la comunicación y marketing político con una estrategia diseñada y ejecutada milimétricamente.

NAM/Lenin Tremont Franco. Periodista, docente, experto en Opinión Pública y Asesor Comunicacional @lenin_tremont