Hoy, sábado 27 de octubre es la sagrada ceremonia de la Bajada de la Virgen Chinita de Maracaibo, deslumbrante acontecimiento de la religiosidad mariana del Zulia y su gente. María, Madre de la Divina Providencia.
En estos meses finales del año 2018 y para los tiempos que vienen la seguiremos venerando todos y en especial partir de este día de su bajada, ceremonia litúrgica de la piedad cristiana. Tengamos Fe y esperanza en La Virgen Morena, con rasgos indianos, que fortalece la presencia étnica en el Zulia y reafirma la diversidad e interculturalidad.
El zuliano, en su socialización internaliza ese amor, devoción y vocación mariana. Los testimonios de esa entrega se evidencian en todas las generaciones de familias marabinas que celebran con regocijo la protocolar Bajada. Es una respuesta de religiosidad que testimonia la personalidad fáctica del marabino su diferencialidad socio-cultural y mundo sincrético de creencias.
Con la Chinita pisando tierra, nos convoca al encendido de la luz del amor, paz, la familiaridad, fraternidad y la solidaridad con todos nuestros conregionales para bien de la zulianidad en sus diversas expresiones incluyendo la Chinidad, según el decir del profesor Carlos Sánchez Fuenmayor.
En tiempos de diálogo en la búsqueda de la reconciliación y paz, con la bendición de la Santa Virgen es el momento del respeto, perdón, entendimiento y reconciliación como muy bien lo dijo Juan Pablo II:” Solo el perdón puede apagar la sed de venganza y abrir el corazón a una reconciliación autentica y duradera entre los pueblos.” La Bajada de la Chinita debe servir de referencia espiritual para deponer actitudes y superar discursos políticos que pudieran distanciarnos cada vez más y fracturar la real esencia de la zulianidad.
Alabemos a la Chinita y glorifiquemos su presencia entre nosotros y por eso le cantamos gaitas, serenatas, décimas, danzas y contradanzas como por ejemplo lo hace Don Mario Suarez al decir: “El relámpago contigo/ del famoso Catatumbo/que orientando los marinos/les marca siempre su rumbo/y esa madre de Dios/la Virgen Chiquinquirá/que orienta el alma zuliana/con su luz de eternidad/.
¡Gloria a ti Casta Señora! Madre de Misericordia, ilumina el camino a tus hijos ante las adversidades y tempestades negativas de todo tipo.
NAM/Nemesio Montiel Fernández
