Los jugadores de ajedrez afirman que la amenaza es más fuerte que la ejecución. La política en Venezuela se ha convertido en una amenaza permanente, quien por alguna razón se sienta más fuerte amenaza de inmediato al que se encuentra en desventaja y también suele ocurrir que quien se siente amenazado, pero tiene un poco de poder usa el método de amenaza para defenderse.
La revolución desde la llegada de Chávez al poder ha usado la técnica de la amenaza constantemente y en la mayoría de los casos ejecuta y eso hace que muchos teman porque deja de ser amenaza y pasa a la acción. El gobierno de Chávez amenazó a los trabajadores de la industria petrolera de botarlos a todos por haber participado en el paro petrolero y los botó, luego el ex diputado Tascón repartió en toda la administración pública una lista de personas que habían firmado en el referéndum en contra de Chávez en el año 2004 y quienes aparecían en ese listado eran vetados de trabajos, contratos, créditos, becas, lo que convirtió la lista “Tascón” en una amenaza masiva. La oposición política amenazó con no participar en las elecciones parlamentarias del año 2005 y al final cumplió y no participó.
Durante el gobierno de Chávez y Maduro a muchos se les amenazó con expropiar empresas, negocios, haciendas, vehículos, galpones, aviones, y fuimos testigos de unas acciones en cadena expropiando de todo lo mediantemente productivo que había en el país, los venezolanos poco a poco se fueron envolviendo en la espiral de miedo que el gobierno creó. En muchos casos los amenazados por el gobierno eran aliados y de igual forma los castigaban, así que en Venezuela la práctica de la amenaza de cerrar medios de comunicación, de meter presos a políticos, de vetar a partidos políticos, de destituir a jueces, alcaldes, gobernadores, ministros, diputados, de intervenir bancos, cuerpos de seguridad, empresas productivas, se volvió una práctica común.
En la actualidad observamos como el gobierno de los Estados Unidos y sus aliados amenazan a Maduro diciéndole que le queda pocos días, por el lado del gobierno escuchamos a Maduro amenazando a Guaidó que será juzgado por sus acciones; Guaidó le dice a Maduro que es un usurpador y así se debate el país entre amenazas de uno y de otros.
Y, en fin, quienes se encuentran amenazados son todos los venezolanos al intentar ver como logran sobrevivir a esta aguda crisis financiera que tiene al 93% de la población asfixiada, el costo de la vida es técnicamente imposible enfrentarlo, el precio para adquirir cualquier producto es elevado, ya ni las remesas familiares que envían desde el exterior soportan la acelerada hiperinflación. Lo cierto es que no se observa a nadie gobernando el país, Maduro habla suben los precios, Guaidó habla suben los precios, el país se debate entre el progreso y la miseria, entre el desarrollo y el atraso, entre el futuro y el pasado, entre el socialismo y el capitalismo, entra avanzar o retroceder, entre chavistas y maduristas, entre opositores e independientes, entre católicos y evangélicos, ya basta de divisiones Venezuela nos necesita a todos. Como lo dijo Emiliana Castro “Quien amenaza constantemente a su adversario el mismo siempre se encontrará alerta, quien actúa sin amenaza casi siempre sorprenderá a su adversario”.
@castillomolleda
S.H. Jesús Castillo Molleda (Politólogo, Profesor, Consultor político y Empresarial)
