viernes 26 de abril de 2024

#OPINIÓN «Adiós a las armas» (Francisco Arias Cárdenas)

El título copiado de Ernest Hemingway es bueno para señalar lo que sentimos, luego de presenciar la firma del documento compromiso para el inicio formal de diálogo y negociaciones entre nuestro gobierno y la oposición venezolana.

Los considerandos y el contenido central del acuerdo son de un gran peso para el enrumbamiento de nuestro país en el sendero de la paz, en el sendero de la construcción, del reencuentro entre todos los venezolanos y los diversos liderazgos del país.

No es solo el título lo que referimos para hacer una relación del momento presente, con el contenido de la novela, enmarcada en la violencia de la Primera Guerra Mundial.

Señala el escritor en palabras del personaje central, que suponemos es su experiencia, que la guerra no es ningún hecho glorioso, sino que es una matanza, parecida a la que se hace en una carnicería de Chicago, solamente que aquellos animales van a la mesa para alimentar personas y los cadáveres de los soldados van a ser enterrados para podrirse en la tierra.

El nuevo escenario que se presenta en nuestro país, tiene un gran parecido con el de la posguerra. La consciencia de que el camino actual de confrontación no conduce sino a más dolor para nuestro pueblo, más sufrimiento, como lo establecen los considerandos.

Vamos al diálogo con plena consciencia. Vamos a los acuerdos con plena determinación. Dentro de nuestros valores, dentro de nuestros principios que están en la ley fundamental que nos relaciona: La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

En nuestra carta fundamental están dados los caminos que deben establecer las pautas del accionar político, del acceso al poder, de la convivencia entre los venezolanos.

Muchos pensamos que es una alborada esta firma. Es un cambio indispensable hacia la civilidad, hacia la convivencia. Es una ventana para la racionalidad.
Es como lugar común que cada evento que nos parece importante lo calificamos como histórico.

Este evento del 13 de agosto, coincidente con otros eventos mexicanos de hace 500 años, de verdad que es importante para la gente de nuestra patria, es importante para los pueblos de América Latina en su búsqueda de la paz y de la vida en dignidad.

Desarmar la violencia, desmontar el odio y avanzar en la construcción de la convivencia a la que tenemos derecho pleno y obligación de buscar.

[email protected]

NAM