Luego de casi una semana de espera para el conteo de los votos, en las entidades electoralmente definitorias de Estados Unidos, finalmente, los medios de comunicación dieron la noticia de que Joe Biden, se convierte en el próximo presidente norteamericano. Es indudable la fuerza y la influencia que tiene la federación norteamericana en nuestros pueblos. La vecindad, las relaciones económicas, las relaciones familiares.
Durante el último gobierno de Estados Unidos, se inició una escalada de presión sobre nuestro país, todo en alianza con sectores de la oposición política sin arraigo en los conceptos de patria, dentro y fuera de nuestro territorio. La más brutal agresión, el asalto a bienes públicos nacionales como Monómeros del Caribe, Citgo, los recursos en bancos internacionales, la prohibición de negocios a la industria petrolera nacional, la intervención de buques de combustibles, medidas que inciden en los mercados, causando estragos en nuestra economía .
Todo lo imaginable para agredir, pasando por el golpe de Estado. La amenaza permanente de una invasión militar, las expresiones diarias del presidente saliente, de su vicepresidente, de su canciller y las sanciones económicas que continúan. Ha sido una dura pesadilla, muy dolorosa para nuestra gente.
Hacia el futuro van a seguir las diferencias, van a continuar puntos de vista distintos, pero nuestro pueblo noble y paciente, se espera que el nuevo gobierno de Estados Unidos, termine de decirle claramente a los opositores, que deben hacer política, que deben trabajar con propuestas y constituirse en alternativa en lugar de actuar como los apostadores de una gallera.
NAM/Francisco J. Arias Cárdenas ([email protected])
