miércoles 15 de mayo de 2024

¡OPEN DE AUSTRALIA! Nadal alecciona al joven Tiafoe camino de las semifinales

Rafa Nadal ha acudido al Open de Australia para algo importante. No era del todo consciente cuando llegó, pero partido a partido se ha dado cuenta de que tiene el nivel que buscaba, el que necesita para que el torneo en el que más le ha perseguido el mal fario le devuelva lo que hace tiempo debió ser suyo. Y con esa confianza, el mallorquín saltó a la pista ante el joven e impulsivo Tiafoe, con un nivel de concentración elevadísimo para que nada se rompiese en esa línea ascendente de juego que mantiene en el torneo.

El partido arrancó con un punto significativo. Tiafoe se abalanzó sobre el servicio de Nadal con furia, pero perdió el punto por falta de control. El americano es un prometedor tenista, con un fantástico servicio y una gran derecha, pero con carencias todavía para gestionar su enorme talento, sobre todo cada vez que sube a red.

Para Nadal esta era una nueva prueba con la que reafirmar su buen momento. Y lo logró utilizando todas las cualidades a su alcance. Su rival era de esos jugadores cuya ambición puede llevarle a cosas que de la que ni siquiera son conscientes, por eso el duelo de cuartos de final requería de mucha más serenidad y concentración que otros días.

Ninguno conocía a su oponente al tratarse del primer duelo entre ambos y ahí ya comenzó a inclinar el partido a su favor Nadal. Su carta de presentación fue la habitual, administrando mucha agresividad al juego para romper el servicio de Tiafoe cuanto antes. Un 3-0 inicial dibujaba un partido sencillo. Cuando el americano comenzó a jugar el tenis que llevaba dentro el primer set ya estaba en el bolsillo del mallorquín (6-3).

En la segunda manga apareció el Tiafoe que se esperaba para este partido. Pero Nadal volvió a golpear con un break inicial que a la postre sería decisivo. El cuarto juego, con 2-1 y saque para el de Manacor, fue la primera estocada decisiva para el americano, que podía ver algo de luz si se llevaba el juego. Tiafoe profundizó en su agresividad, pegando duro a la raqueta en cada golpe. Mantuvo a Nadal contra las cuerdas, pero forzó tanto la máquina que falló un remate claro y perdió su ocasión. El número dos del mundo se agarró a la pista con todo lo que tenía para ganar el juego y mantener el saque.

 

 

Tiafoe es un luchador incansable y siguió remando contra el tifón que tenía delante. No había llegado hasta cuartos para rendirse en el segundo set. Pero delante tenía a un rival que siempre fue capaz de ganar los puntos clave del partido, haciendo gala de una enorme inteligencia. La derecha paralela como golpe estrella y la mejoría en el servicio le permitieron mantener la ventaja durante toda la manga. Al final dejó escapar tres bolas de set, pero a la cuarta hundió definitivamente al americano.

En el definitivo tercer set, con Nadal los partidos no se alargan más en Australia, el mallorquín siguió la misma receta. Break inicial para postrar a Tiafoe y una lección al saque para arruinar las pocas esperanzas que le quedaban. Cerró el partido con una brillantez que alimenta todavía más su confianza para los siguientes duelos

Este nuevo Nadal es un deportista más completo, un tenista mejorado en ciertas facetas en las que había tenido problemas de efectividad en el pasado. Conserva su impresionante velocidad de piernas y su capacidad mental para sobreponerse a los momentos más duros del partido. Pero a ese repertorio ha añadido recursos como un saque salvador y una confianza total en su derecha.

 

 

En semifinales le espera el griego Tsitsipas, otro de los representantes de la Next Gen que en este torneo ya se ha deshecho de Federer. Sin embargo, el camino de Nadal en este Open de Australia continúa impecable. Sin ceder un solo saque, sin perder un set y con un nivel de juego que recuerda a sus mejores momentos. Australia le debe una y el mallorquín quiere cobrársela cuanto antes.

La Vanguardia