jueves 4 de julio de 2024

¡OJO AL DATO! La clase de sexo que de verdad les gusta a las mujeres

Las mujeres son tan difíciles de entender como su sexo por lo que vamos a proceder a darte la solución a todos tus problemas horizontales. El truco es tan sencillo como hacerse asiduo al «sexo vainilla».

El sexo vainilla es aquel que solo domina una pequeña parte de la población masculina. En general, los hombres maduros y experimentados.

Esta clase de relaciones sexuales son muy simples, tanto que todo el mundo se olvida de ponerlas en práctica. En el sexo vainilla no hay azotes, látigos ni palabras obscenas. Tampoco hay posturitas ni acabas con decenas de agujetas al día siguiente. Hay conexión, química, contacto, besos, trasmisión de emociones y orgasmo asegurado.

En el sexo vainilla triunfan las posturas sencillas, como el misionero. Ambos lo hacen como si de verdad se quisieran (oye, si se aman pues mejor que mejor), mirándose durante las penetraciones y haciéndolo abrazados. Las manos de ambos recorren el cuerpo del otro. Todo ello multiplica la sensación de conexión con el compañero sexual, motivando así que el clímax sea mucho más intenso y espectacular.

En esta modalidad no hay sumiso ni dominante. Es un intercambio de placer de igual a igual, donde el cuerpo y la mente de ambos se funden en uno. Es la clase de sexo que suelen dominar los hombres maduros. El coito natural, sin colorantes ni artificios. El de toda la vida. Es tan simple como el placer por el placer. Para los más jóvenes, lo decimos claro: no se trata de follar, sino de hacer el amor (aunque no exista dicho sentimiento).

Los mejores amantes lo dominan

Los hombres que son un diez en la cama (y las mujeres, todo sea dicho), dominan a la perfección el sexo vainilla, por eso pueden permitirse el lujo de «jugar» en ocasiones a «Cincuenta sombras de Grey». En el sexo todo cabe, pero primero uno tiene que aprender a disfrutar de las relaciones sexuales y luego puede pasar a divertirse (atar a su pareja, sacar el arsenal de juguetes, disfrazarse…).

Este es justo el problema que tienen los más jóvenes. Los hombres menores de 35 años, por norma general, bailan bajo las sábanas pero no sienten la música y mucho menos a su pareja. Saben los pasos y el desarrollo de la coreografía. Dominan la práctica pero les falla la técnica, y eso es justo lo más importante.

Los hombres maduros, que han pasado la barrera de los 40, entienden un poco mejor de qué va el tema. Saben tratar a una mujer, saben hacer el amor. ¿Su truco? El tiempo, la práctica y que son de la vieja escuela, aquella en la que el sexo vainilla era la norma general. Actualmente, la creencia que abunda entre los más jóvenes (y los mayores que aún no han aprendido), es que con el simple hecho de dominar el Kamasutra y poner a la mujer de mil posiciones, te hace ser bueno en la cama, cuando más bien eso es solo un complemento.

Con ellas ocurre más o menos lo mismo. Según van cumpliendo años, las mujeres van disfrutando más de sus relaciones. De hecho, está constatado que es a partir de los 35 años cuando ellas tienen los mejores orgasmos de su vida. ¿Por qué no antes? Porque no han aprendido a disfrutar del sexo, en toda su amplitud.

El sexo vainilla es que tienes que dominar, tanto para enamorar como para hacer disfrutar a la otra persona y a ti mismo. Cuando lo hayas comprendido, puedes pasar al siguiente nivel y hacer una posturita nueva cada día. Pero hasta entonces, practica el vainilla. Te va a ir mucho mejor.

NV1