Los restos mortales de Ricardo José Araujo Parra, migrante zuliano de 24 años, que fue asesinado en Chile, lograron arribar a tierras del municipio Francisco Javier Pulgar, en el Sur del Lago, luego de una larga travesía de trece días y sufridos esfuerzos de sus familiares.
Araujo Parra fue asesinado de un disparo en el tórax, en la ciudad de Santiago el 27 de septiembre tras discutir con sujetos desconocidos, y a partir de ese momento comenzó la experiencia más amarga para sus familiares y allegados.
En primer lugar, los trámites legales solicitados en la embajada venezolana implicaban la necesidad de presentar las huellas dactilares de sus padres, sin embargo, a pesar de haberse realizado dicho trámite en dos ocasiones, esto no fue procedente, y seguida cuenta les solicitaron un documento notariado que debía ser apostillado en Caracas, lo cual llevaría demasiado tiempo para poder iniciar el traslado, ya que se interponía la semana de radicalización en el mismo.
El 5 de octubre (lunes), por fin, el cuerpo es enviado en un transporte aéreo de carga desde el Aeropuerto Arturo Merino Benítez, (comuna Pudahuel, de la región metropolitana de Santiago), con rumbo a Bogotá, Colombia, desde donde sería trasladado en una carroza fúnebre hasta la ciudad de Cúcuta. Pero la normalidad del recorrido se vio interrumpida cuando al dirigirse a Boca de Grita, para ingresar a Venezuela por el estado Táchira, efectivos militares se lo impidieron.
Finalmente, luego de trece largos días, que parecieron interminables para quienes acompañaban el féretro, y los familiares y amistades que esperaban ansiosamente el cuerpo para acompañarle a su última morada y darle cristiana sepultura, lograron ingresarlo a nuestro país, luego de pasar por una serie de dificultades a través de las trochas, situación que se vio maximizada debido a la pandemia del coronavirus.
Así pues, un joven que partió de su tierra, lleno de esperanzas y deseos de superación, que vio truncadas sus aspiraciones por un vil crimen, pudo ser repatriado ya sin vida para ser sepultado acompañado de las oraciones de sus familiares y amigos de la parroquia 4 Esquinas, quienes estuvieron presentes en una misa oficiada antes de darle cristiana sepultura.
NAM/Dílmero Urdaneta/ Fotos: Cortesía @alfredojgp19
