sábado 20 de abril de 2024

¡OBRA MONUMENTAL EN RUINAS! Al estadio La Ceiba, en San Félix, prácticamente hay que hacerlo de nuevo (Fotos)

Desde el 9 de septiembre para acá, no ha hecho sino empeorar. Este es el rostro de la desidia, de la decadencia y de la indolencia ¿De quién? En primer lugar, del Estado, en segundo lugar, del Gobierno Regional del estado Bolívar, ente administrador de la infraestructura y en tercer lugar del ámbito deportivo –en esta oportunidad beisbolero- que tampoco alza su voz.

¿Por qué el 9 de septiembre de 2020 es la fecha referencia? porque fue esa la última fecha en que @LaRevistaDeportiva, en Twitter, colgó las últimas imágenes del estadio y su impresionante deterioro. La falta de un equipo en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) contribuye a esta decadencia, pero no ha de ser la excusa, pues, por muchos años, este escenario fue sede alternativa para varios encuentros y además de varios Juegos de Estrellas. En todo caso, el que no tenga Bolívar un equipo profesional en la LVBP no justifica que una infraestructura de semejante inversión muestre esta cara. ¿Pasa lo mismo que al Pachencho Romero en Maracaibo? Más o menos lo mismo.

El estadio La Ceiba, situado en San Félix, estado Bolívar, un tanto distante del CTE Cachamay, es el estadio de mayor aforo del país. Tiene una capacidad de 30 mil aficionados, convirtiéndolo en uno de los más grandes de Latinoamérica. Su infraestructura entremezcla la tradicional de un parque de béisbol con una simetría y acústica novedosa, que roza un poco en lo moderno. Su tribuna central, así como las preferencias de izquierda a derecha es inmensa y concentra allí al mayor número de personas.

También posee gradas de gran tamaño, todo lo cual, lo hace un escenario de envergadura. Se concibió para albergar allí a un equipo de béisbol profesional, pues Guayana lo viene reclamando hace años, al igual que Táchira, donde se construyó el estadio Metropolitano de Béisbol de San Cristóbal, que fue, antes de la construcción del nuevo Fórum La Guaira, el más moderno del país y único con sillas en las gradas, pero que, tampoco tiene equipo en la Liga.

El último gobernador que lo mantuvo en ideales condiciones, fue Francisco Rangel Gómez, en lo sucesivo, ningún otro volteó la vista a una infraestructura monumental que costó millones de millones al Estado venezolano.

Una historia corta

El 1 de noviembre de 1998, bajo el mandato del gobernador Jorge Carvajal Morales y con la celebración de un juego de la LVBP entre Caribes de Anzoátegui y Águilas del Zulia, se inauguró con bombos y platillos esta instalación deportiva, que se dijo en un principio sería sede fija de los Juegos de Estrella, que también han desaparecido de la propia liga.

Allí se escenificó un Caracas-Magallanes de pretemporada, se jugaron dos Juegos de Estrella, se celebraron otros dos juegos más de temporada regular y se celebró la Copa América de Béisbol.

Existía una iniciativa de una fundación llamada Diamantes de Guayana BBC, que sería uno de los clubes de expansión que, junto con un equipo perteneciente al estado Táchira llevaría a diez el número de miembros de la LVBP y le daría vida tanto al parque de La Ceiba como al Metropolitano de San Cristóbal.

No obstante, vino la crisis y el decaimiento de todas las actividades económicas, además de un tema tenaz en cuanto a la calidad de los servicios, transporte, electricidad, poder adquisitivo, sanciones económicas, restricciones que llevaron a la liga a “olvidarse” de esa expansión por un tiempo muy prolongado.

De manera que, la historia del estadio La Ceiba, conocido así, sin un nombre en homenaje a ningún pelotero venezolano, de esos que Guayana ha parido y que han sido orgullo nacional, como Robert Pérez, por ejemplo, ha sido corta y triste.

La delincuencia se adueñó de la instalación, la han saqueado, sustrayendo todos los elementos de valor como cables, bombillos, sistemas de altoparlantes, sillas, piezas sanitarias, material ferroso, láminas, rejas, puertas, ventanas, y lo que hay es un cascarón que da terror.

No se ha evaluado actualmente el monto de inversión que se requeriría para volverlo a la vida, pero, a juzgar por las imágenes, hacerlo de nuevo y rehabilitarlo vendría constando más o menos lo mismo.

Ahora que inicia el año fiscal 2022, veremos si el Gobernador del estado Bolívar vira el rostro hacia el arruinado parque de béisbol.

NAM/Vía Meridiano/La Revista Deportiva/La Prensa de Guayana

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