El Gobierno belga impuso a partir de -este sábado- la obligatoriedad de llevar mascarilla que cubra nariz y boca en todos los comercios y en la mayoría de lugares cerrados, al adoptar una recomendación del Consejo Superior de Salud.
La medida afectará a las tiendas y centros comerciales, los cines, las salas de espectáculos o de conferencias, los auditorios, los sitios de culto, los museos y las bibliotecas, según informaron las autoridades belgas.
La obligación de llevar la mascarilla ya se aplicaba en los transportes públicos o al ejercer profesiones que implican un contacto cercano con el cliente, como la peluquería.
Este jueves, el Consejo Superior de Salud había recomendado ampliar el uso obligatorio de mascarilla ante el ligero repunte de casos detectados en el país en la última semana, aunque por el momento había división de opiniones entre los expertos.
Se prevén sanciones penales para los ciudadanos que no lleven la mascarilla en estos espacios cerrados, así como para el responsable del comercio donde se produzca la infracción, que incluso podrá ser cerrado si incumple la norma de manera repetida.
La obligación de llevar mascarilla no se aplicará a los menores de doce años.
Por lo demás, Bélgica mantiene varias reglas en vigor para el desconfinamiento: la higiene, la distancia de seguridad, contacto con un máximo de 15 personas a la semana, reuniones de hasta 15 personas y favorecer las actividades al aire libre.
NAM/EFE
