La menor de 16 años que sufrió una descomunal tortura en el interior de la vivienda de su “mejor amiga” se debate entre la vida y la muerte en el Hospital General de Barranquilla.
Fue intervenida quirúrgicamente al presentar múltiples hematomas y heridas punzo penetrantes en toda su humanidad.
Las investigaciones vinculadas con el caso refieren que los actuantes eran inquilinos de la vivienda y que apenas tenían 12 días ocupando el lugar.
La propietaria de la vivienda, quien pidió mantenerse en el anonimato, ofreció una declaración a la prensa local desmintiendo su vinculación con los presuntos criminales.
“Les alquilé el inmueble hace 12 días. Era una madre soltera que deseaba un espacio más cómodo para ella y su hijo, le mostré el apartamento, le gustó y cerramos negocio”.
No obstante, enfatizó que “no soy familiar de ninguno de los señalados en este hecho ni tengo nada que ver con ellos, simplemente fui su arrendataria”.
Catorce horas infernales
En el ojo del huracán están los dos menores -la mejor amiga de la víctima y el novio- y la madre del muchacho, señalados de ser los principales actuantes en el crimen.
Hasta ahora no se ha revelado la posible causa de este injustificable ataque. La hipótesis de la venganza sigue prevaleciendo, pues se ensañaron con la víctima por 14 horas.
Asimismo, no se ha informado sobre la supuesta imagen que la víctima habría colgado en el perfil de una de sus redes sociales, que habría sido el detonante para que se desatara esta furia en su contra.
Familiares de la víctima se han mantenido herméticos al igual que los investigadores. El pronóstico de la muchacha sigue siendo reservada. El médico reafirma que ella se debate entre la vida y la muerte.
NAM
