El sueño americano no es para todo el mundo. Es para el que se acoja a los parámetros de la legalidad y que ingresen a la nación norteamericana con expectativas altas. No significa que una persona no profesional y de bajo estatus económico no pueda alcanzarlo, pero, si lo hace bajo la sombra de la ilegalidad, cruzando ríos y trepando muros, ese sueño se volverá inalcanzable, porque, simplemente el convertirse en esclavo le quitará el sueño y lo convertirá en pesadilla.
La masiva llegada de migrantes ilegales a los Estados Unidos ha provocado otro problema alrededor de este fenómeno. Del apuro lo que queda es el cansancio, pero, cada cabeza es un mundo y cada mundo una historia. La desesperación de estas personas por conseguir un empleo y comenzar a generar ingresos, los ha convertido en presa fácil para los administradores de las granjas ilícitas de marihuana en el estado de Oregón, donde fue legalizada en 2015, que los someten a trabajar en condiciones inhumanas, muy similares a los de la esclavitud.
Un trabajo hecho por la cadena ABC News reveló que en estas granjas sin licencia en el sur de Oregón, que se estima son miles, los trabajadores a menudo se ven obligados a vivir y trabajar en condiciones deplorables mientras se ocupan de los cultivos.
“Estábamos prisioneras, porque no podíamos salir. Trabajábamos muchas horas, a veces hasta las 2 o 3 de la mañana. Constantemente nos presionaban para trabajar más rápido, para recortar la olla”, dijo Alejandra, una de las migrantes que revelaron su testimonio.
De acuerdo a ABC News, los casos, como el de Alejandra, son cada vez más comunes al sur de Oregón, donde las autoridades están trabajando para combatir el creciente problema de la “narcoesclavitud”.
El agente especial a cargo Robert Hammer lidera la iniciativa para erradicar las granjas de marihuana ilegales de Oregón para la Oficina del Noroeste del Pacífico de Investigaciones de Seguridad Nacional. En agosto pasado, la noticia de un hombre moribundo abandonado en una gasolinera encendió las alarmas.
“Este crimen de esclavitud humana no es exclusivo de los EE.UU. La narcoesclavitud se extenderá por todo el mundo como un cáncer a medida que otros países legalicen la marihuana. Es necesario establecer leyes estrictas contra las drogas a nivel estatal y aplicarlas agresivamente para frenar la epidemia de narcoesclavos,” dijo.
En el caso de Estados Unidos, los operadores de granjas clandestinas han aprovechado que muchos migrantes llegan a Estados Unidos desde México y Centroamérica desesperados por trabajar, convirtiéndose en blancos fáciles para la trata de personas y la explotación por parte de los cárteles.
Debido a la gravedad, tal situación dejó de ser un asunto de orden policiaco y el año pasado, los legisladores de Oregon aceptaron que el problema con las granjas ilegales de marihuana está fuera de control, reconociendo que los cárteles se habían infiltrado en la industria y que se traficaba con inmigrantes para trabajar en los campos.
NAM/Vía La Nación/La Opinión
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