martes 30 de abril de 2024

¡NO ESTÁ EN SU MEJOR MOMENTO! La mala vida de Johnny Depp se refleja en su aspecto

Unas fotografías de Johnny Depp posando con algunos fans durante la gira con su grupo de rock The Hollywood Vampires han hecho saltar las alarmas. ¿Qué le pasa a Johnny Depp? La pregunta que corre en las redes no hace referencia ni a su trabajo como actor o músico, ni a sus recientes problemas legales o económicos. Sus fans han expresado su preocupación ante el aspecto tan desmejorado de la estrella, pálido, sin gota de maquillaje.

En las imágenes se le ve muchísimo más delgado que en su criticado paso por la saga de Animales Fantásticos. Pero este aspecto no acabó con la ilusión de una de las fans que posó junto al actor que etiquetó la foto en Instagram diciendo que Johnny Depp “se ve tan bien”. Pero las redes estallaron en comentarios ya que el ídolo que posa a su lado es un pobre reflejo del que fue considerado dos veces el hombre más sexy del mundo. A sus 54 años, recuerda a uno de los vampiros que dan nombre a su grupo musical.

Las teorías de este drástico cambio en su fisonomía son muchas. Una es que se está preparando para unos de sus papeles con look icónico como el que creó para Piratas del Caribe. O un simple cambio cosmético sin maquillaje y sin su famosa línea en los ojos. De hecho, a su paso por un museo de Moscú en la misma gira, Depp presentaba mejor aspecto maquillado. Pero la constante vida de excesos, drogas y alcohol muchas veces confesada a lo largo de su carrera por él mismo ha hecho que sus fans se teman lo peor.

Entre los próximos estrenos del actor de Eduardo Manotijeras está la película Richard Says Goodbye donde Depp interpreta a un profesor aquejado de una enfermedad terminal. Una trama que podría justificar su apariencia de no ser porque el actor acabó ese rodaje hace casi un año. De ahí que las informaciones que circulan sobre su actual aspecto prefieran centrarse en su afición a la bebida y a las drogas. El propio intérprete dijo en una ocasión eso de “soy un idiota y me he envenenado durante años”, una supuesta adicción que en un momento de su carrera parecía controlada pero que en los últimos años parece haber resurgido.

El pasado noviembre, durante la gira promocional de Asesinato en el Oriente Express, se presentó en varias ocasiones borracho. Y hace tan solo un mes protagonizó uno de esos ataques violentos que han marcado su carrera cuando intentó agredir a uno de los trabajadores del set de City of Lies, otra de sus próximas películas. Además, están sus numerosos problemas legales, que no solo han puesto en evidencia sus caprichos y la dudosa economía de alguien que fue durante años uno de los actores mejor pagados de Hollywood.

Se habla de un Depp involucrado en actividades ilícitas con drogas y enamorado del alcohol. Una de las denuncias la presentaron dos de sus guardias de seguridad por impago. En ella también le acusan de obligarles a hacer trabajos que no les correspondían como limpiar rastros de droga de su rostro. La sustancia no es identificada en la denuncia aunque su exesposa Amber Heard le describió en una ocasión como un “cocainómano violento”.

Los dos guardas de seguridad también argumentan en su denuncia que tuvieron que conducir vehículos conteniendo sustancias ilegales y armas, y que el ambiente en su lugar de trabajo cambió drásticamente una vez que el último matrimonio de Depp comenzó a desintegrarse. La segunda denuncia la presentó el propio actor contra sus exadministradores, a quienes reclama 20 millones de euros y acusa de malas prácticas profesionales.

El que ha sido uno de los actores más célebres y mejor pagados de la gran pantalla vive acosado por las deudas. Depp ha ganado desde 2005 más de 530 millones de euros, pero ahora está sin blanca y ha tenido incluso que vender propiedades. Esa falta de dinero le ha llevado a denunciar a sus exasesores financieros, a los que acusa de actuar de forma negligente y fraudulenta con su fortuna y les pide más 20 millones de euros. Ellos, por su parte, aseguran que su estilo de vida es puro derroche y que necesita 1,7 millones de euros mensuales para mantener su tren de vida.

NAM/El País/Carol Morán