El Tribunal de Río de Janeiro ordenó la liberación este jueves de Érika de Souza, la mujer que se hizo viral por llevar el cadáver de su tío al banco para pedir un préstamo.
El juez decidió aceptar la solicitud de la defensa de que se liberara, ya que la mujer se encontraba en prisión desde el incidente.
«No veo la necesidad de la prisión preventiva para garantizar el orden público, ya que no hay noticias de que la actividad laboral que desarrolla la imputada sea la de cuidado de personas mayores», añadió el juez.
Asimismo, acotó que la mujer no se encuentra en plena salud mental. Aunado a esto, el juez no consideró legítimo mantener en prisión a la imputada, ya que «no resulta, en principio, peligrosa para perjudicar la investigación penal ni poner en riesgo el orden público».
De igual forma, criticó la forma en que los tribunales han llevado este caso con un gran atractivo mediático.
«Es conveniente que la protesta pública no se traduzca en un requisito previsto por la ley para el decreto o el mantenimiento de la prisión», reseñó.
Condiciones impuestas para su libertad
Asistencia mensual a la secretaría judicial para informar y justificar sus actividades o posible cambio de domicilio. En este caso, deberá informarse el nuevo domicilio antes de trasladarse, bajo pena de nuevo arresto.
Considerando la prueba de un informe médico que indique la necesidad de hospitalización para tratamiento de salud mental, si esto ocurre, también deberá comunicarse al tribunal.
Prohibición de ausentarse del Distrito por un período superior a siete días, salvo autorización expresa del tribunal.
La investigación sigue
El 16 de abril, Érika de Souza llevó a su tío a una sucursal bancaria en Bangu, en la Zona Oeste de Río de Janeiro. La mujer intentó obtener un préstamo bancario con el fallecido.
La mujer quería obtener la suma aproximada de 3.517 dólares. No obstante, el personal del banco notó que algo no estaba bien con su tío y finalmente la descubrieron.
Entre las acusaciones que pesan en contra de Érika de Souza destaca una que la responsabiliza por la muerte de su tío. En efecto, ella era la persona que se encargaba de cuidarlo. Cuando el hombre se puso en estado crítico, decidió ir a la entidad bancaria en vez de acudir a un hospital para que intentaran salvar su vida.
Las autoridades están convencidas de que la mujer sabía de que su tío había muerto, por lo que ha sido acusada por la Fiscalía de Brasil por “intento de estafa” y “profanación del cadáver”.
No obstante, la investigación por este caso sigue y aún no hay una sentencia definitiva.
NAM/Agencias
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