Cuando se habla de sexualidad siempre surge la misma cuestión repetitiva –y a veces ‘cansina’– que tiene masacrado y bajo el punto de mira al género masculino: el tamaño del miembro viril. A pesar de ser un debate ‘más viejo que el fuego’ –que no tiene pinta de que vaya a extinguirse nunca–, los expertos sexólogos de la marca sueca de juguetes eróticos de lujo LELO han querido desmitificar falacias en torno a este mito que genera opiniones tan opuestas.
“El debate sobre la importancia del tamaño del pene es uno de los más longevos y controvertidos que existen en la sociedad debido a que cada persona, sin importar su género, tiene una opinión al respecto”, señala Alberto Gooding, responsable de Comunicación de LELO en España. “Sin embargo, cabe destacar que al contrario de lo que la mayoría de la gente piensa, la importancia del tamaño del pene para la obtención de placer es una cuestión más psicológica que física”, añade Gooding.
En España, un estudio llevado a cabo por la Asociación Española de Andrología establece que la longitud promedio del pene de los españoles en erección es de 13,6 centímetros, mientras que en otros países europeos como Francia e Italia superan los 15 centímetros. Los expertos de LELO quieren que sepas a través de estas tres razones que la respuesta a la dichosa preguntita es que el tamaño sí importa, pero no en el sentido que imaginabas:
1. El tamaño de la vagina
Todo el mundo cree que un pene más largo ofrece mayor placer y excitación sexual, puesto que puede estimular toda la longitud de la vagina, así como el cuello uterino. Error: una vagina mide alrededor de 14 cm, por lo que aquellos penes que superen estas medidas pueden generar dolor y molestias que impidan a la mujer sentir placer. Además, aseguran que la creencia de que un pene ‘descomunal’ o de grandes proporciones genera orgasmos ‘cósmicos’ está sustentado en el mito de los orgasmos vaginales. Los expertos recalcan que el clítoris es el único órgano cuya función es otorgar placer, por lo que sólo existen los orgasmos clitorianos.
2. Factor psicológico
Uno de los principales motivos por los que los especialistas de la marca consideran que el tamaño sí importa es por tu ‘coco’, es decir, porque este dichoso tema afecta a muchos hombres a nivel psicológico y emocional, así como puede llegar a minar su autoestima si no cumplen con el canon y afectar a su vida sexual o incluso llegar a convertirse en un impedimento. “Aquellos hombres cuyo miembro esté por debajo de lo estándar o incluso puedan llegar a tener lo que se conoce como un micropene (por debajo de los 6 cm en erección) pueden vivir experiencias traumáticas que les impidan mantener relaciones sexuales con otras parejas. Asimismo, también existe un complejo de comparación denominado “síndrome del vestuario”, que hace referencia a la inseguridad y frustración que sienten algunos hombres por pensar que su miembro es inferior al de otros hombres”, aseguran desde la marca de juguetes eróticos.
3. Fertilidad
A pesar de que es indudable que el método óptimo para medir la fertilidad de un hombre reside en analizar la calidad de su esperma, algunos estudios empiezan a establecer relaciones entre la fertilidad y el tamaño del pene. Un trabajo llevado a cabo por investigadores de la Brigham Young University de Utah, indica que aquellos hombres que muestran ratios de fertilidad más bajos tienden a tener un miembro un centímetro más corto que los que presentan una fertilidad estándar. No obstante, como sucede con la mayoría de estos estudios se trata de hipótesis.
Valérie Tasso, embajadora de LELO en España afirma que “en muchas ocasiones hablamos sobre el tamaño del pene como algo banal, obviando los procesos psicológicos por los que pasan algunas personas que cuentan con miembros cuyas dimensiones no se encuentran en la media, ya sea por encima o por debajo, ya que en muchas ocasiones puede suponer un trauma que no permita mantener relaciones sexuales y, por tanto, no disfrutar del sexo”. “Y cada vez que al sexo le estamos dando una medida, creamos ‘disminuidos’. Lo que sí queda claro es que el placer no depende del tamaño, puesto que el órgano sexual más poderoso de la anatomía humana es el cerebro”, concluye Tasso. Lo mejor que puedes hacer es no obsesionarte, puesto que ya sabes lo que dicen –sea otra falacia o no–: “a veces es más una cuestión de saber cómo usarlo que su tamaño.
La Vanguardia