miércoles 1 de mayo de 2024

¡NO ES EL MOMENTO! La razón por la que Apple no quiere que arregles tu iPhone

Apple no está atravesando por sus mejores momentos. La compañía lleva meses en tan mala racha que se ha vuelto a notar en sus últimos resultados financieros, correspondientes a su primer semestre del año. Sus beneficios bajaron un 7 % lastrados por la caída en las ventas del iPhone. Su producto estrella ya no es el que era a causa de la saturación del mercado y de la desaceleración en China.

Por ello, la compañía intenta reinventarse a través de una nueva estrategia que aún tardará tiempo en dar sus frutos. Fue el pasado 25 de marzo cuando los de Cupertino presentaron sus nuevos servicios por suscripción para tres áreas distintas: televisión (Apple TV+ y Apple TV Channels), noticias (News+) y videojuegos (Apple Arcade). Pero hasta que sus nuevas apuestas funcionen, toca seguir cuidando al «niño bonito» de la compañía: el iPhone.

Según Apple, los consumidores podrían herirse de gravedad al manipular las baterías de ion de litio que incorporan los iPhones.

Los representantes de Apple que acudieron a la reunión llevaron sus propios terminales «y mostraron a los legisladores y a sus ayudantes los componentes internos del teléfono», recoge « Motherboard». «Dijeron que si se desmontan incorrectamente, los consumidores que intentaran arreglar su propio iPhone podrían herirse» en el caso en el que manipulasen las baterías, ya que en el caso de perforarlas, podrían sufrir quemaduras.

La otra realidad es que el consumidor, aunque también el medio ambiente, sería el beneficiario de este derecho que, de aprobarse, obligará a los fabricantes a crear productos electrónicos de una mayor duración (para luchar también contra la popular obsolescencia) y sean más fáciles de reparar. Cada vez es más complicado que un conductor pueda arreglar su propio coche o su propio móvil. Los fabricantes son conscientes de ello. Buscan que cada año el usuario cambie de «smartphone» y saben a la perfección si el ha tocado las tripas del terminal porque han situado estratégicamente una pegatina que, en caso de manipularla, anula la garantía.

El derecho a reparar cambiaría totalmente este panorama: los fabricantes, por ley, tendrían que fabricar las piezas de sus productos durante, al menos, siete años, de tal manera que el consumidor pueda comprarlas y cambiarlas por su cuenta. También estarían obligados a informar sobre cómo tiene que llevarse a cabo la reparación.

ABC-.