“No sufro del síndrome de estocolmo, no agradezco ni a mis secuestradores, ni a ninguna seudo oposición mi liberación, porque no he cometido delito alguno, fui secuestrado y casi aniquilado humamente por sólo pensar distinto”.
Éstas fueron las palabras del primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Édgar Zambrano al salir de los calabozos de Fuerte Tiuna en Caracas, en los que se mantuvo encerrado por más de cuatro meses.
En declaraciones a la prensa, Zambrano agradeció a la Asamblea Nacional, al destacar que es el único poder legítimo en Venezuela, a la organización política Acción Democrática y a todos los factores de la sociedad democrática venezolana que coadyuvaron a obtener su excarcelación.
El parlamentario hizo referencia a a fortaleza que mantuvo dentro de la cárcel donde dormía en el piso y se mantenía incomunicado la mayoría del tiempo. “Agradezco a Dios la fortaleza que me dio, a Venezuela por su solidaridad y a mis compañeros de la Asamblea Nacional por su apoyo humano y moral”, expresó.
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“Esta situación tiene que obligarnos a revisarnos y tener una política donde la mayoría no puede ser secuestrada por una minoría, donde debe respetarse la regla de oro de la democracia (…). No tuve que estar preso en ningún momento. Fue una situación bastante complicada, donde la Constitución estuvo ausente durante 135 días que estuve tras las rejas (…) Estuvimos en cautiverio, prácticamente como los animales”, relató Zambrano a periodistas.
Próximas acciones
Zambrano afirmó a la prensa que se reincorporará el próximo martes 24 de septiembre a la Asamblea Nacional en sus funciones de primer vicepresidente del Parlamento; asimismo anunció sobre una actividad de calle para el próximo sábado en la que realizará una caminata por la paz y la liberación de los presos políticos.
NAM/Agencias
