El primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, reconoció que «la devastación dejada es extensa y sin precedentes». Los esfuerzos se centraron en salvar vidas más que bienes materiales, no importa qué tan rico o famoso sea el dueño y eso incluye a ciertos miembros de la farándula internacional.
Las noticias sobre el fenómeno climatológico especuló a los más incrédulos, mientras que en redes sociales se pedía atención y ayuda, en caso de ser necesario, para el territorio insular.
Los fuertes vientos y la lluvia dejó caos a su paso, que sería lamentado por, además de los habitantes de la isla del Caribe, personajes como el mago David Copperfield, el actor Johnny Depp y las mismísimas Beyoncé y Mariah Carey. Así lo reseña ABC.
En el caso del ilusionista, tiene una mansión de 40 hectáreas por la que pagó 50 millones de dólares. Se encuentra ubicada en Musha Cay y es la residencia permanente de Copperfield; sin embargo, logró huir de la furia de Dorian antes que lamentar.
Depp, por su parte, se hizo con un islote en 2009 que quedó en la carraplana. Tampoco se encontraba ahí para saber la fuerza que llevaba la naturaleza.
Fly Away, el último disco del rockero Lenny Kravitz, fue escrito en las playas de Gran Bahama. Tan en deuda se sintió el intérprete de American woman que fue de los primeros que organizó ayuda para los afectados.
Otro que no pierde oportunidad de desconectarse en este paraíso tropical, golpeado ahora por Dorian, es el billonario Bill Gates, quien tiene una casa en las Bahamas.
Aunque no tienen la misma suerte, pero sí el mismo gusto, Mick Jagger y Robert de Niro también se han enamorado del paisaje natural del lugar; es por eso que cada que tienen oportunidad de escaparse a La Palmeraie no lo piensan dos veces. Se trata de un lujoso resort color rosa que acogió a otras grandes personalidades del espectáculo.
NAM
