Los habitantes de una pequeña ciudad de Kansas evaluaban el miércoles los daños provocados por el “impacto directo” de un tornado, por segunda vez en dos años.
Ocho personas resultaron heridas, dos de gravedad, cuando el tornado azotó el sureste de la ciudad de Eureka el martes por la noche. Jane Welch, portavoz de la oficina de defensa civil del estado, dijo que 175 estructuras, incluida una escuela secundaria, tenían daños, pero agregó que todos los residentes de la ciudad han sido localizados.
El gobernador Jeff Colyer declaró estado de emergencia por desastre para el condado de Greenwood, el cual incluye Eureka. La ciudad, de 2.400 habitantes, está ubicada a 100 kilómetros (60 millas) al este de Wichita.
“Eureka sufrió el impacto directo de un tornado”, tuiteó la Agencia de Manejo de Emergencias del condado al poco tiempo de que se registró el tornado. “Hay un albergue en la Iglesia Metodista. No se necesitan voluntarios por el momento. El tendido eléctrico de la zona fue derribado y no es seguro”.
El tornado formaba parte de un sistema de tormentas que azotó el centro de Estados Unidos y dejó a 5.000 personas sin energía en su punto máximo. Cerca de 3.500 personas continuaban sin electricidad el miércoles, de acuerdo con Westar Energy.
Los daños provocados por el tornado forzaron el cierre de una larga sección de la carretera 54 durante varias horas. Welch indicó que el Departamento de Transporte de Kansas despejó el camino y que la carretera había sido reabierta.
El Servicio Nacional de Meteorología no ha determinado la velocidad máxima de los vientos del último tornado. En julio de 2016, un tornado de categoría 2 en la escala Fujita azotó Eureka y provocó daños en casi 100 viviendas.
NAM/AP