lunes 3 de junio de 2024

¡MUY DOLOROSO! Despedir a tu perro puede ser más doloroso que la muerte de algún ser querido

La relación que tenemos con nuestras mascotas puede ser más gratificante que la que podemos tener con los humanos.

Quienes tienen una mascota saben que más que un animal, es parte de la familia. Están con nosotras en las buenas y las malas, nos dan la bienvenida cuando llegamos a casa, nos cuidan e incluso nos obligan a hacer un poco de deporte. Todo es ganancia. Sin embargo, toda esa alegría se convierte en dolor cuando fallecen. Y es que la ausencia de nuestra mascota es (casi) igual de dolorosa que la muerte de un ser querido. Y no, no estamos exagerando.

Según Evolution and Human Behavior la muerte de nuestro perro es aún más dolorosa que la de cualquier familiar o ser querido. El procedimiento que se llevaba a cabo cuando sucede un deceso es diferente entre humanos y animales, y el estudio asegura que el daño y conmoción psicológica que provoca la pérdida de una mascota puede llegar a ser muy desgarradora y dolorosa.

Cuando un ser querido muere sus familiares realizan una serie de actividades que le permiten despedirse del fallecido (vela, entierro, etc), en cambio este ritual no sucede cuando fallece nuestra mascota, por lo que los amos no pueden pasar por un proceso de duelo para superar ese vacío, hecho que hace que el cerebro perciba incompresible el acto al no despedirnos de nuestro compañero inseparable.

Dos estudios realizados por el área de Psicología de la Universidad de Nuevo México y del departamento de Ciencias Animales de la Universidad de Hawai aseguran que 85% de los seres humanos han sufrido más por el fallecimiento de su perro y este dolor puede prolongarse durante más de seis meses.

Para poder superar este trago amargo los psicólogos recomiendan realizar ciertas acciones para afrontar la pérdida:

No reprimir tus sentimientos.

Expresa tu sentir y tristeza.

Es importante que te despidas de él, así comprendes de mejor manera que ya no te acompañará más.

Hazte voluntario en algún centro de rescate de perros, ahí convivirás con más cachorros, y una vez superado el duelo quizá te animas a adoptar a una nueva mascota.

Lo más importante, no te culpes por lo sucedido, no eres el culpable, las circunstancias así se dieron y es el ciclo de la vida.

La psicóloga Julie Axelrod ha señalado que la pérdida de un perro es tan dolorosa porque sus dueños no solo están perdiendo al animal, sino a una fuente de amor incondicional, un compañero esencial que ofrece seguridad y tranquilidad e incluso un protegido al que se ha tutelado como a un niño.

Mujer Hoy / NAM / Samdy Godoy