Rumbo a la ansiada sostenibilidad
Cada año se producen en el mundo 300.000 toneladas de cerámica plástica, de las cuales 25.000 son residuos. A partir de este material, el colombiano Mauricio Esguerra, cofundador de la empresa Magment, creó un hormigón magnetizable que caracteriza por crear campos magnéticos y recargar vehículos eléctricos tanto estáticos como en movimiento. Una innovación reconocida en Alemania el pasado 2018.
México le saca partido al aguacate
Las pajitas de plástico son unos de los principales productos que contaminan los océanos. Aunque existen alternativas con pajitas reutilizables hechas de metal, bambú o vidrio, en México, Scott Munguía creó Biofase, una empresa dedicada a la fabricación de utensilios hechos de plástico biodegradable a partir de restos industriales de hueso de aguacate como materia prima que se degradan en 8 meses.
Chile le dice ‘chao’ a las bolsas de plástico
Dos emprendedores chilenos sorprendieron al mundo con SoluBag, bolsas de plástico que se disuelven en un vaso de agua de manera instantánea. Esta innovación utiliza caliza en lugar de petróleo, una materia que una vez disuelta la bolsa, sólo deja carbono y no es dañina. Para confirmar la inocuidad del producto los inventores se suelen beberse su contenido en las presentaciones que llevan a cabo.
Una mirada joven al futuro en Ecuador
En Ecuador, Daniel Espinoza Díaz, estudiante de ingeniería civil, propuso usar el tallo que sostiene el fruto del banano para la fabricación de hormigón y usarlo en construcción. El tallo, llamado raquis, contiene fibras naturales que una vez extraidas y secadas son resistentes. Igualmente, evita fisuras y reparaciones costosas. La idea fue reconocida en los Premios Latinoamérica Verde de 2017.
Resolviendo problemas medioambientales y sociales en Argentina
Ganadores del «Desafío Google.org 2017”, los argentinos Fabián Saieg, Leandro Lima y Leandro Míguez crearon la ONG «EcoInclusión”, que aúna reutilización, reducción, inclusión y reciclaje a partir de la fabricación de ladrillos ecológicos de bajo costo. Se necesitan unas 20 botellas de plástico para cada ladrillo, que posteriormente se pueden utilizar para la construcción.
Viajes a cambio de botellas en Colombia
En Colombia, el reciclaje rima con viaje. La empresa Ecobox, que trabaja en asociación con Ecored, que recoge el plástico para reciclarlo, desarrolla máquinas que canjean botellas de plástico, vidrio o latas por viajes de metro que se cargan en una Tarjeta Cívica. (En la foto, una máquina en la estación de metro de Universidad de Medellín). Una original medida que aúna reciclaje y transporte.
Reciclaje en favor de los más necesitados
La Sachetera convierte los envases plásticos de leche y yogur en bolsas de dormir para personas que se encuentran durmiendo en la calle y productos impermeables para chicos de escuelas rurales. Iniciada por la modista Goga Dodero en 2013 en Béccar (Argentina), la iniciativa dispone de una decena de filiales en el país y se replicó en otros países de la región como Uruguay, Ecuador y Colombia.
Involucrando a los más jóvenes en Guatemala
Además de botellas de vidrio y de plástico usadas, los neumáticos viejos son otro de los materiales que la ONG Long Way Home reutiliza para construir casas. En San Juan Comalpa (Guatemala), se construyó un complejo educativo que también alberga una escuela técnica vocacional. De este modo, hasta los más pequeños aprenden a reutilizar la basura y a construir casas autosuficientes energéticamente.
Cepillarse los dientes sin remordimientos en Argentina
Aunque es recomendable cambiar de cepillo de dientes cada tres meses, esto genera muchos residuos plásticos. Afortunadamente, existen alternativas como los cepillos de madera o de bambú que empiezan a venderse en muchos lugares. También en Argentina, donde la compañía Meraki lanzó al mercado el primer cepillo de dientes biodegradable. El bambú con el que se fabrican los mangos puede ser degradado.
Cuando la basura se vuelve arte en México
Desde hace más de 20 años, el diseñador alemán Gerhard Bär crea objetos de arte y de uso diario a partir de basura. Con envases de botellas, bolsas de plástico y otros desechos que acabarían en la basura, el artista crea coloridos objetos de utilidad como mesas, sillas, lámparas, floreros, fruteros… Con su proyecto Social Plastics, ha llevado su experiencia a la comunidad de Miravalle, México.
NAM – DW