jueves 4 de julio de 2024

¡MUEVEN LAS PIEZAS! Washington Post: Abogado personal de Trump conversó con Maduro para negociar su salida del poder

Los movimientos diplomáticos y políticos del gobierno de Estados Unidos para llevar la presión contra el gobierno de Nicolás Maduro a niveles intolerables para la cúpula del chavismo comienzan a mostrar señales de que, al menos de manera preliminar, el objetivo de Washington en su política exterior hacia Venezuela es forzar la detonación de una transición de poder mediante una nueva estrategia no militarista, que no afecte la estructura geopolítica de Estados Unidos en Latinoamérica y con respecto a China y Rusia, estos dos aliados de Venezuela.

Y es que según investigaciones y fuentes del diario estadounidense The Washinton Post, El abogado personal del presidente de Estados Unidos, Rudolph W. Giuliani, mejor conocido como Rudy Giuliani, sostuvo una conversación telefónica con el gobernante Nicolás Maduro en 2018 para disuadirlo de dejar el poder.

La nota del diario estadounidense indica que la llamada llegó en septiembre de 2018, después de meses de creciente tensión entre Estados Unidos y Venezuela.

De hecho, ese hecho, aunque permanentemente ocultado entre las sombras de la política secreta e interna del gobierno de EEUU, crispó y polarizó aun más la confrontación entre Washington y Caracas hasta el punto en que pudo haber sido el factor más importante por el cual implosionó la fuerte arremetida financiera y estrategia de sanciones de EEUU hacia la maquinaria financiera del gobierno de Maduro.

«En un extremo de la línea estaba el gobernante Nicolás Maduro, en el otro extremo, el abogado personal del presidente de Estados Unidos, Rudolph W. Giuliani y Pete Sessions, quienes forman parte de un esfuerzo diplomático en la sombra, respaldado en parte por intereses privados, destinado a diseñar una salida negociada de Maduro del poder», agrega el texto, escrito con fuentes gubernamentales de muy alto rango consultadas por ese reconocido periódico.

No obstante, ese esquema político pensado para configurar el conflicto de intereses de la mejor manera posible con cuotas políticas y concesiones bien repartidas tanto para la cúpula de Maduro como para los grupos de presión estadounidenses, no rindió frutos debido a un obstáculo en el círculo de poder de los más altos funcionarios de Donald Trump.

Sessions había visitado con anterioridad a Maduro en Caracas. La llamada telefónica, a la que se unió Giuliani, fue un seguimiento de esa visita, dijo el portavoz de Sessions, Matt Mackowiak, a The Washington Post.

La voluntad de Giuliani de hablar con Maduro se enfrentó a la política oficial de la Casa Blanca, que, bajo el asesor de seguridad nacional John Bolton, estaba aumentando las sanciones y tomando una línea más dura contra el gobierno venezolano.

En el momento de la llamada telefónica, Giuliani se reunió con Bolton para discutir el plan extraoficial para disuadir a Maduro de abandonar su cargo, un plan que Bolton rechazó con vehemencia, dijeron dos personas familiarizadas con la reunión a The Washington Post.

De tal manera que, ese plan no prosperó debido a la negativa del ex asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, de pactar una salida negociada con Maduro, pues el ex funcionario era partidario de aplicar una estrategia de fuerza mediante la presión financiera o, en su defecto, como recurso in extremis, diseñar una estrategia de coacción diplomática-militar como ultimátum al gobierno de Maduro, es decir, una posible y hasta ahora no descartada intervención militar por disuasión, mas no por fuego o ataque directo.

A tan solo menos 48 horas de que finalice el 2019, se reveló este hecho que, con base en la actual posición de Trump ante la crisis de Venezuela, se podría inferir que aunque ha reducido su nivel de presión mediante sanciones, Washington todavía mantiene como prioridad geopolítica y diplomática una transición de poder en Venezuela debido a los efectos colaterales internos y continentales que genera la crisis causada por el gobierno de Maduro en el país y en Sudamérica, que es el campo de experimentos de la Casa Blanca para una política exterior más expansionista basada en el dominio financiero y tecnológico.

 

Ricardo Serrano