Cuatro presuntos integrantes de bandas delictivas que operan en Caracas resultaron muertos luego de dos enfrentamiento con funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
En este hecho, dos polinacionales resultaron gravemente heridos, por lo cual se activó un dispositivo de búsqueda. Los efectivos que se integraron a la operación de búsqueda lograron darle alcance a los antisociales en la parte alta del sector San Miguel de la Cota 905 donde se batieron a tiros con las autoridades y resultaron mortalmente heridos.
En el lugar las autoridades recolectaron dos armas de fuego, una modelo 9 mm perteneciente al órgano de seguridad y otra calibre .45, así como, una motocicleta donde se desplazaban los victimarios.
En otro operativo comisiones de las Fuerzas de Acciones Especiales de la PNB sostuvieron un enfrentamiento en Puente Hierro, con dos sujetos pertenecientes a la banda delictiva “El Coquí” quienes murieron al ser trasladados al hospital Pérez Carreño. En el lugar recuperaron dos armas de fuego, tipo revolver, calibre 38.
Los sujetos quedaron identificados como: Ricardo Alejandro Giuseppe Padilla alias “HH” y Carlos Orlando Rivas Briceño apodado “Carlitos Dun Dun”. Ambos solicitados por los delitos contra la propiedad, secuestro y homicidio.
Niegan enfrentamiento
Alberto Mosqueda, abogado de la familia de Rivas Briceño negó la versión del enfrentamiento, “a ellos los ajusticiaron en un cuarto donde vivían con sus novias”.
Agregó que Carlos Orlando Rivas Briceño estaba tramitando ser sacado del Sistema Integrado de Información Policial (Siipol) debido a que la causa que le seguían había sido sobreseída por los tribunales de menores.
“No puede ser que la policía mate a personas de esa manera, si tenían algo que buscarle, pudieron haberlo detenido y no asesinarlo como lo hicieron”, dijo.
Agregó que la familia de Rivas Briceño denunciará el caso ante el Ministerio Público con el objetivo de que se realicen las investigaciones pertinentes que demostrarán que el joven no se enfrentó a las comisiones policiales, sino que fue ajusticiado, «lo obligaron a arrodillarse frente a la cama donde dormía y allí lo mataron».
NV1/ELUNIVERSAL
