Al menos 114 empresas son investigadas por diversas irregularidades y más de 1.800 pesquisas fiscales están en curso como parte de la estrategia que el gobierno de México lanzó contra el robo de combustible en diciembre, informaron este jueves funcionarios.
El plan, encabezado por el presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador, busca frenar este delito conocido popularmente como «huachicol» y que tan solo en 2017 generó pérdidas por unos 3.000 millones de dólares a la petrolera estatal Pemex, principal proveedora del carburante.
Entre los casos investigados destaca el de 13 empresas que tienen franquicia de gasolineras con Pemex pero que no han comprado combustible a la compañía desde 2016 o 2017.
«No le compran a Pemex y sin embargo reportan venta de combustible, siendo franquiciatarios de Pemex no tienen permiso de importación» de gasolina, destacó el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo.
Otras nueve empresas son investigadas por realizar operaciones superiores a los 10.000 dólares o por montos que rebasan su promedio habitual en el sistema financiero y que además se ubican en zonas cercanas a tomas clandestinas de combustible.
Dichas compañías registraron además utilidades por 6.758 millones de pesos (355 millones de dólares) que no fueron reportadas al Sistema de Administración Tributaria de México, detalló Durazo, y vendieron más gasolina de la que habían declarado.
«Vendieron más litros que los que habían sido adquiridos o importados», dijo, por su parte, Santiago Nieto, jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera de la secretaría de Hacienda.
Desde el 1 de diciembre, fecha en que asumió la presidencia López Obrador, la fiscalía ha abierto 1.831 investigaciones por delitos vinculados al robo de combustible, 266 de las cuales han resultado en la detención de 435 personas, informó Roberto Ochoa, encargado de procedimientos penales de la institución.
También se han detectado y neutralizado 1.021 tomas clandestinas y se han recuperado 4,3 millones de litros de hidrocarburos, agregó Ochoa.
El plan del gobierno incluye el cierre de algunos de los principales ductos por donde se transporta la gasolina, sobre todo en la zona centro y occidente del país, blanco favorito de los criminales quienes los perforan y drenan.
Como paliativo, la distribución de gasolina se está efectuando mediante camiones cisterna, más lentos e ineficientes, lo que ha provocado desabastecimiento y largas filas de automóviles en gasolineras especialmente en el centro del país.
NAM/Agencias
