El mercado de fichajes se ha acabado y con el cierre del telón se puso punto y final a la posibilidad de reforzar los diferentes planteles hasta la próxima ventana que se abrirá en enero. Y en muchos de los casos, por no decir en todos, este ha sido un mercado de fichajes tan atípico como complicado ante las dificultades económicas que ha generado la Covid-19 a nivel mundial. Sin poder invertir grandes cantidades económicas, al final se han quedado muchas zonas sin reforzar y se ha dificultado el papel de la planificación deportiva, y esto es lo que ha sucedido también al Real Madrid.
Zinedine Zidane está muy contento con su actual plantel, eso está claro. Un entrenador muy exquisito que está siempre en constante comunicación con la dirección deportiva blanca para que solo lleguen jugadores de calidad. Pocos, pero que sean del gusto del entrenador y que vayan a ser utilizados para la búsqueda de los objetivos del cuadro blanco. No obstante, y pese a todo ello, no debemos obviar que este equipo necesitaba una serie de refuerzos que probablemente se hubieran producido en un mercado de fichajes menos extraño que el actual. Son los siguientes:
– Un atacante de banda: ya sin Gareth Bale, teniendo en cuenta que Eden Hazard ni está ni se le espera, sin poder contar con Lucas Vázquez como una solución de garantías, con los problemas físicos de Marco Asensio, la irregularidad de cara a gol que muestran Vinícius o Rodrygo… muchos causantes que hacen que un fichaje en la banda hubiera elevado las prestaciones de un ataque que vive mucho de todo lo que genera Karim Benzema. Sin poder abordar contrataciones multimillonarias como Jadon Sancho, parece que la estrategia blanca será un all-in a Kylian Mbappé, pero se echará de menos ese atacante ya este curso.
Dos movimientos que habrían convertido al Real Madrid en una de las mejores plantillas mundiales sin lugar a dudas. Habrá que esperar para ver si estos son los próximos asuntos pendientes que abordan en el Santiago Bernabéu en próximas ventanas de fichajes.
NAM
