«No vengan«. El jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken aprovechó este miércoles su visita a Costa Rica para tratar de disuadir a los migrantes de Centroamérica de ir ilegalmente a Estados Unidos, aunque admitió que Washington debería ayudarlos a quedarse en casa.
“Demasiados jóvenes de la región anhelan desesperadamente una vida mejor, por lo que lo arriesgan todo para emprender un viaje muy peligroso hacia el norte”, dijo durante su segundo y último día de visita en San José.
“La gente muere en el camino, se enfrenta a la violencia, y los que llegan a nuestra frontera son rechazados, porque la frontera no está abierta”, agregó el secretario de Estado.
“Estados Unidos lo ha dicho claramente, y lo diré nuevamente, la gente no debe hacer este peligroso viaje a nuestra frontera”, insistió. Aunque admitió que “decir ‘no vengan’ puede no ser suficiente”.
“Debemos trabajar juntos para que sea más seguro para la gente de Centroamérica quedarse en casa sin miedo y con la esperanza de un futuro mejor”, agregó el funcionario.
Durante su visita a Costa Rica, la primera a América Latina desde que asumió el presidente Joe Biden, el secretario de Estado se reunió el martes con sus homólogos centroamericanos con el mismo mensaje: defender la democracia y combatir la corrupción para abordar las causas “de raíz” de la afluencia de migrantes en Estados Unidos.
Al respecto, Blinken anunció que Estados Unidos dará un apoyo “sin precedentes” de 4.000 millones de dólares durante cuatro años para ayudar al desarrollo de Honduras, Guatemala y El Salvador, conocido como el Triángulo Norte de Centroamérica.
En la víspera, Blinken urgió a Centroamérica a defender la democracia y combatir la corrupción para luchar contra las causas “de raíz” de la afluencia de migrantes, en un momento en que las tensiones con algunos países de la región complican la tarea de Washington.
NAM – AFP