martes 23 de abril de 2024

¡MATÓ A SU CASERO Y OBLIGÓ A SU NOVIA A COMÉRSELO! Muere el pedófilo y caníbal ruso de 22 años

Arkady Zverev es un joven ruso de 22 años, más conocido como el “pedófilo caníbal”. Cuatro meses después de que intentara suicidarse en la cárcel, ha muerto. Zverev, que estaba a la espera del juicio, reconoció haber matado a su casero, Alexander Popovich, de 21 años. Tras asesinarle, de hirvió sus ojoscalentó a máxima potencia en el microondas su cabeza cortada y obligó una niña de 12 años, a la que describió como su novia, a freír y comerse el corazón y el cerebro de la víctima. Zverev grabó la masacre y mostró las macabras imágenes a los investigadores del casoCuando fue ingresado en prisión trató de quitarse la vida pero falló y ha estado en coma durante cuatro meses antes de morir.

El joven declaró ante el juez que recogió a la menor en un viaje en coche que realizó desde Sochi a San Petersburgo y que sus padres no sabían nada del paradero de su hija. También admitió que mantuvo relaciones sexuales con ella.

Por su parte, la menor reconoció ante la Policía que cocinaron el corazón del casero en una sartén y que se lo comieron. Dio todo tipo de detalles e incluso llegó a decir que el sabor le pareció “demasiado dulce” y que “el cerebro resultó ser mucho más sabroso”.

Existen dos posibles hipótesis de móvil del terrible crimen. La primera indica que el casero se enfrentó a Zverev después de que le preguntara si la menor tenía edad para ser sexualmente activa. La otra tiene que ver con el dinero. El casero pudo pedirle a su verdugo que le pagara más por el alquiler, lo que habría desembocado en una pelea. Lo único que los investigadores tienen claro es que Zverev apuñaló a la víctima, mutiló su cuerpo con ayuda de un hacha en una casa situada en la aldea Novinka, cerca de San Petesburgo, y que cocinó varias partes del cuerpo.

Zverev también podría haber tenido algo que ver con otra muerte, ya que durante su declaración ante el juez confesó que tuvo “una ex novia que se cayó por la ventana y que se partió la cabeza y que esa fue la primera vez que había cocinado un cerebro y se lo había comido”. La niña tenía tan solo 15 años cuando comenzó a mantener relaciones sexuales con él y murió el año pasado, con 18.

  La Razón