Ante la pregunta que muchos venezolanos y extranjeros se hacen sobre las numerosas distorsiones que hacen de la economía venezolana una economía muy peculiar en Latinoamérica y en el mundo sobre de dónde provienen los dólares que circulan en el país, la respuesta es ahora muy clara y contundente: remesas.
Incluso por encima de enorme ingreso que genera el flujo de capitales proveniente de actividades ilícitas como el contrabando de alimentos, gasolina, bolívares en efectivo y drogas a través de la frontera colombo-venezolana, las remesas representan un volumen de capital que entra al torrente económico del país con una masa monetaria mucho más grande que el dinero de origen ilegal-criminal.
Al menos el 80% de toda la liquidez de dólares en efectivo que existe en el país, y que según la firma Econométrica y otras consultoras es superior al circulante de bolívares, equivalentes a $700 millones, proviene de las remesas.
Y es que en 2019 se movieron en el país un total de 2.500 millones de dólares, tanto en efectivo como en fondos de cuentas corrientes en bancos estadounidenses con titulares venezolanos y plataformas de pago como Zelle, que se vuelve cada vez más popular en el país.
Pero en 2020, el ingreso de remesas al país en 2020 podría ubicarse entre $4.500 y $5.000 millones, precisó este lunes el economista Jesús Casique, director de la firma Caracas Capital Markets.
De esa enorme masa monetaria que se desplaza en las ciudades más dolarizadas del país: Caracas, Maracaibo, Valencia, Barquisimeto y Maracay, proviene toda la liquidez de dólares en efectivo que ya progresivamente desplaza al bolívar, físico y electrónico, como medio de pago, generando así una fuerte escasez de moneda nacional ante la expansión de la dolarización de facto, desordenada y concentrada en solo un 23% de la población.
De hecho, se prevé que este año el nivel de transacciones en dólares en la economía venezolana llegue a 73%. En 2019 se ubicó en 53%. Esta situación podría aumentar la desigualdad social, incrementar la pobreza (si el Gobierno no erradica la hiperinflación) y al mismo tiempo dinamizar los mercados internos y el consumo por el efecto de practicidad y sostenibilidad que tiene para muchas empresas y comercios mantener sus finanzas, presupuestos, ganancias e inventarios en dólares.
El efecto de la remesas se originó en Venezuela debido al flujo de capitales que se creó con los envíos de dólares de migrantes venezolanos (trabajadores comunes y profesionales) a sus familiares residentes en el país. Además, y en mayor medida, muchos venezolanos (empresarios y personas naturales) ahorraron durante años mediante cuentas bancarias estadounidenses para mantener un patrimonio financiero y reservas de capital ante la incertidumbre política y económica que se instaló en el país durante el declive del gobierno de Hugo Chávez.
Se estima que volumen de capital acumulado en ahorros y activos financieros de venezolanos con cuentas en el exterior alcanza los 250.000 millones de dólares. Un buen porcentaje de esa liquidez entra a Venezuela por las inversiones internas que realizan empresas nacionales con vínculos comerciales externos.
Ricardo Serrano
