El presidente Donald Trump enfrentó el jueves la amenaza de un segundo juicio político, un día después de que sus partidarios violaran el Capitolio de Estados Unidos en un impactante asalto a la democracia estadounidense mientras el Congreso certificaba la victoria del presidente electo Joe Biden.
Mientras los líderes demócratas exigían su destitución, Trump se acercó más que nunca a una concesión formal, reconociendo que una nueva administración prestaría juramento el 20 de enero y prometiendo garantizar una «transición sin problemas» en un video publicado el jueves por la noche.
El presidente condenó la violencia del miércoles y dijo que los alborotadores habían profanado la sede de la democracia estadounidense y deben rendir cuentas.
Un día antes, Trump les había dicho a sus seguidores: “Los amamos. Eres muy especial ”, mientras los instó a irse a casa después de que irrumpieron en el Capitolio.
En sus declaraciones del jueves, el presidente dijo: “Acabamos de pasar por una elección intensa y las emociones son altas, pero ahora hay que enfriar los ánimos y restablecer la calma.
«Debemos seguir con los asuntos de Estados Unidos», agregó Trump, un republicano, adoptando un tono conciliador que pocas veces se ve en el voluble presidente.
La declaración fue un duro revés para Trump, quien ha pasado meses insistiendo en que prevaleció en las elecciones del 3 de noviembre, alegando un fraude generalizado a pesar de que no hay evidencia. Tan recientemente como el jueves por la mañana, cuando emitió una declaración a través de un asistente, Trump seguía afirmando que las elecciones habían sido robadas.
En el video, defendió sus esfuerzos por impugnar la elección en los tribunales y dijo que su objetivo era «garantizar la integridad del voto».
Pero su exhortación el miércoles a miles de simpatizantes de que marcharan hacia el Capitolio para protestar por los resultados de las elecciones provocó una turba que invadió a los oficiales de policía e invadió el edificio del Capitolio, obligando a los miembros del Congreso a esconderse por su propia seguridad.
La violencia cobró cuatro vidas, incluida una mujer entre los manifestantes que recibió disparos de las autoridades. Después de los informes de que un oficial de la policía del Capitolio había muerto, la agencia emitió un comunicado diciendo que eran inexactos.
Los principales demócratas del Congreso, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, pidieron al vicepresidente Mike Pence y al gabinete de Trump que utilicen la Constitución de Estados Unidos para destituir a Trump por «su incitación a la insurrección».
La 25ª Enmienda permite que una mayoría del Gabinete destituya a un presidente del poder si no puede cumplir con los deberes del cargo.
Pero un asesor de Pence dijo que el vicepresidente, que tendría que liderar cualquier esfuerzo de ese tipo, se oponía a utilizar la enmienda para expulsar a Trump de la Casa Blanca.
¿Nuevos procedimientos de acusación?
Si Pence no actúa, Pelosi señaló que probablemente volvería a convocar a la Cámara para iniciar un proceso de juicio político contra Trump por su papel en la violencia del miércoles. El presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jerry Nadler, cuyo comité probablemente redactaría cualquier artículo de juicio político, expresó su apoyo el jueves temprano.
No estaba claro si los demócratas de la Cámara de Representantes tendrían tiempo suficiente para iniciar y completar los procedimientos de juicio político, con menos de dos semanas restantes en el mandato de Trump. Los ayudantes de Mitch McConnell, el líder del Senado republicano, no comentaron sobre la declaración de Pelosi y Schumer.
La Cámara liderada por los demócratas acusó a Trump en diciembre de 2019 después de que presionó al presidente de Ucrania para que investigara a Biden, pero el Senado controlado por los republicanos lo absolvió de los cargos de abuso de poder y obstrucción del Congreso.
NAM – Reuters
