El portavoz del Departamento de Salud e Higiene Mental de Nueva York (Estados Unidos), Pedro Frisneda, declaró el pasado sábado que el número de intoxicaciones en el estado se triplicó desde que el presidente Donald Trump sugiriera usar inyecciones de desinfectante contra la COVID-19.
Frisneda expuso que sólo en las 18 horas después de las sugerencias de Trump para combatir el virus, se registraron 30 casos de intoxicación, nueve relacionados con productos de limpieza, diez con lejía y 11 con otros productos similares. En el mismo período del año pasado solo hubo 13 casos.
La alcaldesa de la ciudad de Atlanta, capital del estado de Georgia, declaró ante la prensa que “en un mundo normal podríamos recibir de nuestro presidente una sólida orientación y asesoramiento. En cambio, ahora tenemos que decirle a las personas que no ingieran ni se inyecten limpiadores domésticos en su cuerpo. Estos son tiempos extraños en los que estamos viviendo”.
Por su parte, la comisionada de salud de Nueva York, doctora Oxiris Barbot, pidió a los habitantes de la urbe que no se inyectasen lejía ni otros desinfectantes, explicando que ello «puede poner a las personas en gran riesgo».
Un informe publicado por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) anunció un incremento del 20% de los casos de exposición a productos de limpieza o desinfectantes, con respecto a igual período del año anterior.
El documento detalla también que a principios de marzo se registró un aumento de las llamadas relacionadas con este asunto.
«In a normal world, we’d be able to look to our president & receive sound guidance and advice. But instead we’re now having to tell people not to ingest & inject your body with household cleaners. These are strange times that we are living in.» – Mayor @KeishaBottoms on @NewDay pic.twitter.com/MV5M5hGkoB
— City of Atlanta, GA (@CityofAtlanta) April 24, 2020
NAM/Telesur
