En Italia ha entrado en vigor este viernes el pase sanitario obligatorio para sentarse en el interior de un bar o restaurante, para ir al cine y al teatro, visitar un museo, entrar al estadio o asistir a un concierto. También para ir al gimnasio.
Con casi el 63 % de la población con más de 12 años ya vacunada contra el coronavirus, el gobierno hace otro paso adelante con un decreto-ley que empuja la ventaja de obtener la “certificazione verde”, es decir la documentación que prueba la vacunación con al menos una dosis, la recuperación de la enfermedad o un test negativo en las últimas horas.
El Green Pass también será obligatorio en vuelos nacionales, trenes y algunos servicios de ferry a partir del 1 de septiembre. A partir de esa fecha, el pase será obligatorio también para el personal escolar, profesores y también estudiantes universitarios.
El ministro de Educación, Patrizio Bianchi, dijo en una rueda de prensa que más del 86% del personal escolar había sido vacunado, y que la cifra podría acercarse al 90%. En este contexto, el personal que no tenga su certificado durante cinco días seguidos será suspendido y se le congelará el sueldo, según los medios italianos.
“Hay que vacunarse y seguir las reglas”, dijo el primer ministro, Mario Draghi, para convencer a los que critican la medida adoptada.
Pero con Draghi están de acuerdo todos los partidos del gobierno de unidad nacional y la mayoría de los ciudadanos que quieren volver a la nueva normalidad libres y tranquilos.
NAM – AFP
