El Chelsea de Graham Potter logró lo que parecía un imposible. El conjunto blue, que atraviesa una de las mayores crisis deportivas de las dos últimas décadas, consiguió reponerse y darle la vuelta a una eliminatoria que tenía más que complicada. Los londinenses se deshicieron por 2-0 del Borussia Dortmund, remontando el 1-0 logrado por los alemanes en la ida y certificando su presencia en los cuartos de final de la Champions League.
En un partido vibrante y lleno de intercambio de golpes, los locales consiguieron, con los tantos de Sterling y de Havertz –de penalti– batir a un equipo que llegaba invicto en este 2023 a Stamford Bridge. No parecía ni el escenario ni el rival apropiado para acabar con al racha de los amarillos, que terminaron claudicando con un apagado Bellingham, que pasó completamente desapercibido en el regreso a su Inglaterra natal.
El técnico del Chelsea llegaba más que discutido. Después de la salida de Tuchel y tras más de 300 millones de inversión en el último mercado, no han conseguido remontar el vuelo a una temporada pésima y que les mantiene muy alejados de los objetivos habituales. De hecho, en la Premier League están más cerca del descenso que del acceso a la máxima competición continental.
Todo lo contrario a un Dortmund que contaba sus partidos por victorias en 2023. Desde el parón mundialista, el equipo de Terzic ha sumado 10 victorias consecutivas y, viendo en qué condiciones llegaban los blues, nada hacía indicar que pudieran ceder en Champions. Más aún si se tiene en cuenta el 1-0 de la ida, con el que Adeyemi adelantó a los alemanes.
Sin su presencia, el Borussia seguía teniendo argumentos más que de sobra para creer. Con Bellingham en sus filas, los germanos eran claros favoritos y, tras un inicio en el que el Chelsea trató de igualar el cruce, estuvieron a punto de dejarlo visto para sentencia. Lo evitó Kepa, con una mano salvadora que mantuvo a los suyos con opciones de entrar en cuartos.
A partir de ahí, volvió el dominio local, pero con Sterling y, sobre todo, Havertz perdonando en exceso. No conseguía el campeón de Europa de 2021 ver puerta, o al menos de forma válida, puesto que el delantero alemán marcó un golazo que no subió al marcador por un fuera de juego milimétrico del primero. Pero la justicia llegaría al marcador antes del descanso, por medio de un Sterling que a la enésima, vio puerta.
Ya en la segunda parte se volcó el Chelsea buscando un segundo tanto que llegó de forma polémica. Penalti por manos que falló Havertz, pero que tuvo que ser repetido después de que cuatro defensores amarillos invadiesen el área para despejar el balón. No falló de segundas, adelantando a los de Potter en la eliminatoria.
Entonces llegó el arreón de un Dortmund que no fue capaz de encontrar un gol que le habría llevado a la prórroga. Los alemanes se atascaban, a pesar de su dominio, en los últimos metros y carecían de ocasiones de claridad que les permitiesen devolver la igualada a la eliminatoria. Al final, el Chelsea logra un imposible y ya espera en cuartos de final.
NAM
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