Mientras la crisis política, económica y social del país apremia, los factores de poder internos representados en la cúpula del gobierno de Nicolás Maduro y del chavismo, se mantienen atentos ante el inminente retorno de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, quien vuelve de una gira internacional que emprendió con el objetivo de coordinar y gestionar acciones diplomáticas en pro de construir una agenda de presión multilateral occidental contra el gobierno venezolano.
Y es durante la mañana de este martes se dio a conocer que el líder opositor Guaidó ya está en un vuelo de regreso al país, proveniente de Washington, Estados Unidos. Venezuela se mantiene a la expectativa ante los posibles nuevos hechos que podrían tener lugar en el marco de efectos de tensión política nacional si el Gobierno intenta detener al jefe del Parlamento.
“Está en tránsito”, confirman al diario ALnavío fuentes cercanas al jefe de la AN. “Regreso a mi patria, regreso con el compromiso de mis aliados, con acciones y medidas que se irán ejecutando”, dijo en la noche del lunes el también reconocido por 55 países como presidente encargado en un vídeo publicado en Twitter.
En reiteradas ocasiones, el propio Nicolás Maduro y altos funcionarios de su administración han afirmado que Guaidó es «un criminal» y que debe ser juzgado por la justicia venezolana por «pedir sanciones contra Venezuela». En este sentido, la retórica del chavismo se basa en que el líder opositor ha cometido presuntas violaciones a las medidas restrictivas de congelación de bienes internos y prohibición de salida del país que la Contraloría General de la República le impuso hace unos meses.
Entonces, no se descarta que, en vista de la incertidumbre sobre si Guaidó entrará al país de manera pública o clandestina para esconderse de las fuerzas del aparato de inteligencia del gobierno de Maduro, haya nuevas movilizaciones y protestas sociales que el opositor convocó para los próximos días. Se espera que Guaidó entre al país entre hoy y mañana.
“La solución para Venezuela sólo llegará cuando logremos, con mucha presión, elecciones presidenciales realmente libres”, señaló.
Con esta declaración se deja entrever que Guaidó apela a la estrategia de la presión multidimensional (financiera, política, social y diplomática) para crear las condiciones de un contexto de negociación de unas nuevas elecciones presidenciales, incluso más allá de la solicitud de intervención militar de EEUU en el país que le plantea el ala más radical de la oposición política y la oposición social venezolana.
