Este domingo, tras fuertes protestas en Hong Kong, se presenció una pelea violenta, frente al centro comercial, la escena acabó con tres personas apuñaladas y con otra más sin media oreja. Ésta última es Andrew Chiu, concejal de Hong Kong, que enseguida fue reconocido por los espectadores de la pelea.
Sacaron sus móviles para retratar lo que acababa de suceder y difundirlo por redes sociales. Fotografiaron al agresor ensangrentado después de recibir una fuerte golpiza. Y ampliaron el zoom de las cámaras, el trozo de oreja de Adrew tirado en el suelo. Mientras, la zona estaba tomada por los antidisturbios replegados desde media tarde para frenar a las miles de personas que salieron nuevamente a protestar por las calles de la ciudad.
Un día antes, Hong Kong volvió a arder en manifestaciones con barricadas, mucho fuego, cristales rotos por todos lados y ataques a comercios que los activistas consideran simpatizantes al sistema chino y no a las demandas democráticas que ellos piden. También asaltaron la sede de la agencia estatal de noticias, Xinhua. La Policía tomó las calles e intentó controlar la situación. Pero no fue fácil.
Los agentes respondieron con gases lacrimógenos, cañones de agua y golpes a los cócteles Molotov que les lanzaban. En estos cinco meses de altercados no se había vivido una situación tan extrema. La noche del sábado acabó con 200 detenidos.
NAM/Agencias
