Este miércoles, 30 de marzo, la pequeña niña colombiana Sara Sofía Galván Cuesta cumple sus dos años de vida y lleva dos meses y tres días desparecida.
Un caso que conmovió a Colombia y al mundo, donde su madre y la pareja de ésta, fungen como principales sospechosos de la desaparición.
Conforme avanza la investigación, aumenta la probabilidad de que la niña haya sido vendida por su madre, lo que constituye un delito.
Las autoridades están buscándola hasta debajo de las piedras, escudriñando pista por pista.
La tía y última custodia de Sarita, Xiomara Galván –por pedido de su propia madre- envió un mensaje cargado de fe a la pequeña:
“Sé que estás viva y que alguien te tiene (…) A quienes la tengan, por favor devuélvanla, ella tiene familia, yo soy su familia, ella es mía (…) Este será el único cumpleaños que no pasaremos juntas”.
Ni el ojo aguado
La repudiada madre de la menor, está detenida por investigación. No se le pone ni el ojo aguado. Pasan los días y crece la angustia y la desesperación, pero ella no dice ni pío.
Mantiene una versión inverosímil, confusa, nada creíble. Parece no sentir ni una pizca de remordimiento.
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Que hoy seamos millones de colombianos los que con fe y esperanza la logremos encontrar.
Por favor con el numeral⬇️
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— Yohana Jiménez🇨🇴#TodoPorNuestrosNiños (@yjimenez13) March 25, 2021
Autoridades informaron que la chiquita “no era deseada” Su madre ni siquiera la atendía. “no le cambiaba los pañales, la niñita sufrió quemaduras e irritación en su piel”, contó un funcionario.
Un vecino contó a las autoridades que la madre y la pequeña solían pasar la noche a la intemperie en comercios de la ciudad: «Le dábamos cartoncitos para arroparse».
Agregó que salían del lugar pasadas las 10.00 de la noche y ellas «quedaban solas».
¡Pistas, pero nada!
Días atrás, un vecino de la pequeña, identificado como Alcides Ibáñez, habló con el sistema informativo City Noticias y dijo que Carolina (su madre) y la menor transitaban por el barrio Roma, en Kenedy.
Es de recordar que Xiomara Galván recibió a la niña a manos de su madre, que se la dejó para ella hacer su vida.
«Pero, cuando se juntó con su actual pareja, Nilson Días, un sujeto que al parecer trafica con niños, fue a la casa, el 15 de enero para pedírmela por un ratico y el ratico se volvió eterno».
Xiomara contó que un individuo la llamó para decirle que la niña había sido vendida en Bucaramanga.
Pero, no le dio más detalles «porque quienes negociaron son gente muy peligrosa»
Desde que se denunció el caso, las autoridades y todos los vinculados no han parado de buscarla.
La madre, que había dicho en principio que la había echado en un río, después cambió la declaración.
Dijo que se la había entregado a una mujer, pero no soltó más de lo que debe saber.
La policía cree que haya sido amenazada para que no hablara ni delatara al compradores.
NAM
