viernes 26 de abril de 2024

¡LLEGÓ PARA QUEDARSE! Reglas de etiqueta a seguir cuando tengas que usar un cubrebocas

Existe una manera correcta y una incorrecta para usar, manejar y cuidar tu cubrebocas.

Si has salido de tu casa en algún punto en los últimos meses, sin duda has visto a alguna persona usando el cubrebocas de manera incorrecta. Todos hemos visto la foto del pasajero en el avión que uso su cubrebocas para cubrir sus ojos y así bloquear la luz mientras dormía, dejando su nariz y boca completamente expuestos.

Y me he encontrado con un hombre cuyo cubrebocas estaba roto y pegado con cinta adhesiva, vi a otro que se lo quitó para responder su teléfono, y fui testigo de una mujer que se quitó el suyo para usarlo como abanico.

Así que, mientras nos estamos acostumbrando a esta “nueva normalidad” con cubrebocas, parece que una introducción sobre las reglas de etiqueta podrían ayudar. “Los cubrebocas están aquí para quedarse, al menos hasta que tengamos una vacuna e inmunidad,” dice Lisa Mirza Grotts, aka La Dama de las Reglas de Oro, una experta en etiqueta en San Francisco.

Un cubrebocas se usa para protegerte a ti mismo y a otros. Practica la regla de oro: Trata a otros de la misma manera en que te gustaría que te tratasen a ti”.

No salgas de casa sin un cubrebocas

¿Llaves? Listo. ¿Teléfono? Listo. ¿Cubrebocas? Uh-oh. Crear hábitos nuevos puede ser difícil, así que ponerte el cubrebocas cuando salgas por la puerta puede requerir un poco de esfuerzo al principio.

“Los cubrebocas son el nuevo básico en el guardaropa”, dice Grotts. Deja un par en tu bolso, en tu coche, o colgando en la puerta por donde sales—donde sea que lo veas y te asegures de tener uno a mano todo el tiempo. Buscar cubrebocas en colores o patrones divertidos o con frases podría incluso añadir un toque extra a tu atuendo.

No dejes que se asome tu nariz

Usar un cubrebocas solo para cubrir tu boca no es suficiente. “Debería caber con comodidad al rededor de tu cara, y cubrir tu boca, nariz, y barbilla”, dice Grotts.

“No dejes que tu nariz se asome”. Este consejo va para la duración entera de tu salida—no bajes tu cubrebocas para hablar con las personas, en el teléfono, o rascarte.

No te pongas tu cubrebocas en la mesa de un restaurante

Como regla general de oro, cuando comas en un restaurante, siempre deberías usar tu cubrebocas hasta que estés sentando en tu mesa. Pero, no es necesario cuando estás comiendo o bebiendo—pero entonces ¿qué haces con el?

“Al igual que no dejamos nuestras llaves o teléfonos en la mesa, evita dejar tu cubrebocas encima” dice Grotts. “Tus gérmenes no serán bienvenidos. Utiliza tu bolsillo o bolso de mano para guardarlo hasta que te vayas”.

Cuando termines de comer y beber, no olvides volver a ponértelo—eso también cuenta si vas al baño como si te vas del restaurante.

No tengas miedo de pedir a un proveedor de un servicio que se ponga un cubrebocas

En algún punto, probablemente te encuentres en una situación donde un trabajador—como técnico de uñas o mesero—no esté usando un cubrebocas, pero debería. Así que ¿como puedes tú, un cliente que paga, llamar su atención?

“Si no te sientes cómodo, está bien simplemente decir algo como, ‘Tienes un cubrebocas que puedas usar durante mi visita? Quiero tener mucho cuidado’”, dice Myka Meier, fundador de Beaumont Etiquette, con sede en Nueva York.

“Si la persona dice no, entonces aconsejaría hablar con el gerente. Explicar con amabilidad tu razonamiento y pedirlo con respeto sería la manera de actuar”.

No discutas con alguien sobre usar un cubrebocas

Ahora, digamos que tú eres la persona que no quiere usar un cubrebocas. “Si estás en un lugar que tenga una regla obligatoria de usar un cubrebocas, entonces deberías seguir las normas o elegir otro sitio a donde ir”, dice Meier.

“Si no es obligatorio y alguien te pide que te lo pongas, puedes acordar amablemente el tener un cierto espacio entre usted dos para que todos se sientan cómodos”.

Sigue las reglas

Los gobiernos locales podrían elegir hacer obligatorio el uso de cubrebocas, pero incluso si el tuyo no lo hace, los restaurantes, edificios, compañías de transporte compartido y tiendas individuales podrían tener sus propias reglas para que los clientes se guíen.

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“La nueva discusión es sobre libertades civiles y cubrebocas”, dice Grotts. “Mientras que entiendo el derecho a negarse a usarlo, otra persona no tiene el derecho de ponerme a mí o a otros en peligro. En este escenario de la pandemia, todos deberían estar más que cómodos con la regla del cubrebocas”.

Mantén un cubrebocas extra a mano para los huéspedes

A veces, incluso los huéspedes mejores intencionados en tu casa—desde tus vecinos y tu suegra, a tu electricista o plomero—podrían olvidar traer o usar un cubrebocas. Pero eso no significa que tienes que rechazarlos.

“Si no tienen uno, yo lo brindo—al igual que guantes desechables—así no tengo que sanitizar todas las superficies cuando se van”, dice Grotts.

Maneja tu cubrebocas de forma apropiada

Al igual qué hay una manera correcta e incorrecta de usar el cubrebocas, existe una manera correcta e incorrecta de ponértelo y quitártelo.

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) sugieren lavarte las manos antes de ponértelo. Cuando te lo tengas que quitar, la organización dice que lo manejes solo por los elásticos o nudos, y ponlo en la lavadora.

Ten cuidado de no tocar tus ojos, nariz, o boca durante el proceso y lava tus manos inmediatamente después.

Asegúrate de que esté limpio y en buena forma

No debería hacer falta decirlo, pero no uses un cubrebocas que está roto o dañado en cualquier sentido, ya que previene que haga su trabajo. Y si lo has usado una vez, es hora de limpiarlo a fondo.

Según los CDC, puedes meter tus cubrebocas en la lavadora o hacerlo a mano. Después, puedes ponerlo en la luz del sol directa para que se seque o usar el modo más alto en tu secadora.

No uses el cubrebocas si no hay nadie cerca

¿Vas a caminar en un lugar vacío? ¿Tomar el sol en tu jardín y no hay nadie más? Los cubrebocas solo son necesarios cuando no puedes practicar el distanciamiento social” dice Grotts. “Si no estás en contacto cercano con otros, entonces no necesitas uno”.