Tras el hecho vivido la mañana de este miércoles, en la Universidad Rafael Urdaneta (URU), donde un joven de 17 años, decidió suicidarse dejando en una serie de mensajes el por qué de su decisión, noticialminuto.com, consultó a la doctora Aiskel Machado, quien fijó posición acerca del hecho acontecido.
«No cabe duda que hay una influencia desmedida de los que consumen los niños y jóvenes a través de las pantallas digitales o análogas (…), porque hay un abuso del uso de las pantallas, porque dejamos de estar conectados con nuestros seres queridos, para estar conectados con aparatos.
Estos aparatos nos hacen sentir recompensas inmediatas, con los sonidos, con los colores, con las premiaciones en los juegos. Entonces tengo un cerebro sobreestimulado todo el tiempo, es decir, estoy acostumbrando a mi cerebro a que tiene que estar estimulado, no quiere estar aburrido.
Por otra parte, ese cerebro se acostumbra también a ganar con mucha frecuencia, y como no practica las relaciones humanas ese cerebro se vuelve torpe ante ellas. Considero que a los padres nos ha agarrado de sorpresa el mundo digital y la vida digital que ahora llevan nuestros hijos.
Antes era más fácil mirar lo que nuestros hijos estaban haciendo y podíamos estar pendientes, incluso saber qué pensaban, según cómo se vestían, según el tipo de amigos que tenían, pero hoy nuestros hijos tienen una vida digital, muchas veces a nuestras espaldas, con varias identidades incluso (…) bloquean a los padres, los padres no los pueden seguir o los padres no saben que los tienen que seguir, o los padres no los revisan.
En estos días leí un artículo, luego que un niño mató a su maestro en México que decía: “Por favor padres revisen las mochilas de sus hijos”, pero más allá de eso debemos revisar la cabeza de nuestros hijos.
Porque si yo como madre no vigilo la identidad digital de mi hijo o de mis hijos, no los conozco y no los puedo ayudar, además hay unos padres ahora que no están emocionalmente disponibles para los hijos, porque también están conectados con sus pantallas y no conectados con sus hijos o no conectados en la familia.
Nadie está exento de caer en la adicción digital, porque es sumamente atractiva y el cerebro se embobece frente a lo atractivo de ganar likes, y de tener una comunidad para ti, que te quiere, que te admira y con mucha facilidad tu cerebro puede estar captado y puede reinar en nuestro cerebro el mundo digital que a su vez hace que no tengamos tiempo para vigilar el mundo digital de nuestros hijos, todo lo que el cerebro mira y lo que el cerebro consume al cabo de un tiempo ya no sabes si lo consumiste de forma digital, de forma análoga o si más bien lo viviste».
NAM/Aiskel Machado @dramachado
