martes 2 de julio de 2024

¡LARGA TRAVESÍA! Pedaleó desde Lara hasta Barranquilla para conocer a su nieto

Con la meta de demostrar lo importante que es el amor por la familia, el técnico informático José Zambrano emprendió la travesía en bicicleta, en solitario, desde su natal Barquisimeto, estado Lara, hasta la ciudad de Barranquilla, Colombia, para reencontrarse con su hija migrante y conocer a su pequeño nieto de cuatro meses de nacido.

La historia la contó Zambrano al diario El Heraldo.  El hombre, de 42 años, partió desde el Obelisco barquisimetano a las 4:15 de la madrugada del 27 de diciembre. Para el viaje de 4 días se preparó un mes. Al recién inaugurado puente Pumarejo, de Barranquilla, llegó a las 4:30 de la tarde del pasado 31 de diciembre.  

“La razón principal por la que hice el viaje  fue reencontrarme con mi hija y conocer a mi nieto barranquillero. Por la situación de mi país se me hacía difícil viajar. El descontrol económico hace que los pasajes encarezcan. Decidí viajar en bicicleta,  porque soy aventurero y en honor a ellos, por el sacrificio que iba hacer para verlos”, explicó al citado medio barranquillero.

Para alistarse de cara al periplo dijo que en un fin de semana realizó un recorrido de 100 km, con 25 kilos de carga -que era lo que pensaba que iba a llevar-, como preparación. Sin embargo, terminó viajando con 150 kilos (90 era su peso corporal, 60 el equipaje y 10  el peso de la bicicleta).

Para fortalecer sus piernas contó que recorría de Barquisimeto a  Tintorero. Pedaleó con una pierna de ida y de regreso con la otra. Zambrano metió en su equipaje «repuestos para la bicicleta, como cadenas y cauchos, lo mismo que alimentos no perecederos, como atún sardina, galletas, chocolate, caramelo y sobres de jugo. También llevaba su ropa y regalitos para su hija y su nieto».

¿Cómo fue el recorrido? Los 810 kilómetros del viaje los dividió en 4 etapas. Por cada una tuvo que recorrer 200 kilómetros por día, que pedaleó de día y de noche, entre 12 y 16 horas aproximadamente, para poder lograrlo.

Las paradas -afirmó a El Heraldo- las hizo en los retenes de la GNB y en los del Ejército colombiano. Señala que fue recibido con amabilidad y respeto y que los uniformados le suministraron comida y hasta le dieron logística. «Hice este viaje para conocer a mi nieto barranquillero», manifestó con alegría.

Estar en esa ciudad alimentó más su espíritu aventurero. Agarró, otra vez su bicicleta, y se fue a conocer  la Costa Caribe y   municipios como Sabanagrande y Santo Tomás y se dejó llegar a   Cartagena. «Nadie me llamó veneco, me trataron con mucho respeto”, aseveró.

Zambrano volvió a Venezuela en autobús.  Explicó el motivo: «Decidí dejarle la bicicleta  a mi hija para que su esposo se ahorrara unos cuantos pesos al mes en pasajes porque él trabaja lejos”.

NAM/El Heraldo